En medio de aumentos en los cobros para el ingreso de extranjeros a México, la industria sin chimeneas de Quintana Roo enfrenta serios problemas.

En el último año, se registró un desplome drástico que lo llevó a cerrar con cifras, incluso menores que 2021, cuando los turistas apenas reactivaban sus viajes por el mundo, tras el Covid. La reducción en el valor de las actividades directamente relacionadas con la atención al turismo superó también la afectación de la influenza en 2009.

Si bien, las cifras preliminares del Producto Interno Bruto por Entidad Federativa, otorgan a Quintana Roo el honroso primer lugar en crecimiento, con una variación del 13.2 por ciento del PIB, dichas cifras derivaron únicamente del comportamiento atípico de la construcción.

En ese año, 2023, se ejecutó la mayor parte de los trabajos correspondientes a las mega obras federales, principalmente el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional de Tulum, lo que permitió tener el balance positivo general, gracias a un aumento de 283.1% en el sector de la construcción.

De acuerdo con las estimaciones preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el PIB de la construcción pasó de un promedio anual de 22 mil 352 millones de pesos, durante los últimos 15 años, a 76 mil 525 millones de pesos en 2023.

En 2022, por ejemplo, el valor alcanzó únicamente 19 mil 976 millones de pesos.

Pero  las actividades secundarias, que incluye la construcción, son apenas el 23.4% de todo el PIB estatal.

El 70 por ciento del valor de la economía corresponde a los Servicios. El PIB del sector terciario, en 2023, fue de 288 mil 989 millones, de un total estatal de 403 mil 785 millones de pesos a valores constantes.

Aunque en este grupo de actividades económicas, hubo aumentos importantes en casi todos los rubros: como los servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles o el comercio; el comportamiento en los Servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, propició un balance negativo del sector con un decremento general de 2.2%.

El alojamiento y los alimentos, la principal actividad dentro de los servicios, con dos de cada 10 pesos del PIB de ese sector, sufrieron el mayor desplome: 21%, el porcentaje más alto en todo el país.

La baja superó, de hecho, los números de la crisis provocada por la influenza en 2009 que impactó en un 15% en el PIB de la actividad hotelera y restaurantera.

El reporte preliminar del Inegi estima un Producto Interno Bruto de 55 mil 139 millones de pesos, en 2023. Un año antes, 2022, los hoteles y restaurantes cerraron en 69 mil 857 millones, es decir, tuvieron una caída de 14 mil 718 millones de pesos.

De esta manera, sin los 56 mil 549 millones extras de las mega obras federales, que este año concluyeron en su mayoría, Quintana Roo habría reportado al menos una baja del 2% en el valor total de su economía.

Hoteles y vuelos, los principales gastos de los turistas

El pago por un cuarto de hotel es el principal gasto de quienes vienen al Caribe Mexicano, seguido por el costo de los boletos de avión.

Los reportes de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo indican que de mil 46 dólares gastados, en 2023, alrededor de 486 dólares fue para el alojamiento, mientras que 302 dólares fueron para la tarifa aérea. Los restantes 259 dólares fueron para gastos diversos en el destino.

Cada año, el pago por la tarifa aérea va en aumento. En el primer semestre de 2024, por ejemplo, el gasto en tarifa hotelera fue de 353 dólares: 51 dólares adicionales.

Pero entrar a México y Quintana Roo será cada vez más caro. En 2025, aquellos turistas que lleguen vía aérea pagarán en promedio mil 353 pesos solo en derechos federales y locales.

En los servicios migratorios para visitantes sin permiso de actividad económica el pago será de 860.56 pesos para el ingreso; mientras que por el trámite de salida en un vuelo con destino internacional el pago será de 223.09 pesos. A estos se suman 270 pesos de visitax estatal.