Juan Estrada/SIPSE

CANCÚN, Q. Roo.- Cambiar a Eduardo Galaviz Ibarra, ex secretario general del Ayuntamiento de Benito Juárez, por Rafael Antonio del Pozo Dergal, no había sido notificado oficialmente a algunos regidores. El presidente municipal, Julián Ricalde Magaña, aseguró que ya habían acordado que así sería y que nadie tomaría la palabra.

 

El presidente municipal y los regidores se reunieron en la Trigésima Sexta Sesión Extraordinaria, pero esta vez una silla se encontraba vacía y el regidor Rafael Quintanar González se encontraba a un lado de Ricalde Magaña fungiendo como “regidor secretario”, leyendo la orden del día: la remoción de Galaviz Ibarra.

 

Una vez que se dio lectura a la orden del día, Ricalde Magaña procedió a pedir los votos de conformidad o inconformidad sobre el tema, obteniendo 10 votos a favor y siete en contra, al notar la inconformidad se otorgó la palabra a quien desee expresar su punto de vista, tomando primero el micrófono el regidor Jesús Pool Moo, quien manifestó que el documento sobre la remoción no se presentó en tiempo y forma como debería de ser y que tampoco se presentó en precabildo, por lo que señaló que si el caso era sólo citarlos no tenía caso seguir con reuniones de precabildeo. La mención de Pool Moo fue respaldada por los regidores Lorena Martínez Bello y por Alain Ferrat Mancera. Por su parte, los regidores Marcelo Rueda Martínez y Sergio Flores Alarcón comentaron que todo estaba en regla y debían proseguir con el cambio de secretario.

 

Ricalde Magaña tomó la palabra e indicó que no se violentó la citación anticipada a los regidores, pues todos estaban presentes y todos votaron. Después de que nueve regidores voten por el cambio, ocho estén en contra y finalice la sesión de Cabildo, Ricalde Magaña aseguró que ya habían quedado de acuerdo que nadie tomaría la palabra y que Del Pozo Dergal quedaría como el nuevo secretario, además reconoció que no se avisó ni se llevó a precabildo porque ya estaba acordado. Tachó las inconformidades que pedían resolver los regidores como un falso debate.