El Ejido Bacalar inició con los trámites ambientales para obtener el permiso y poder explotar cuatro mil 513.51 hectáreas de los recursos forestales que se tienen, durante nueve años consecutivos.

Ingresó el Documento Técnico Unificado (DTU) para el aprovechamiento forestal maderable ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para que se autorice la tala de árboles que puedan ser utilizados para la fabricación de carbón o simplemente aprovechar las maderas para la comercialización.

En el documento estipula que las actividades forestales se van a realizar con todo el debido cuidado de no afectar las especies protegidas por las mismas normas ambientales. Ahora, la dependencia federal hace el análisis de campo para la detección de las especies de flora y fauna que hay en este espacio del municipio de Bacalar para determinar si se aprueba o se rechaza.

Ejido Bacalar planea talar 4 mil hectáreas durante nueve años Semarnat [Foto: Daniel Tejada]

Ahora corresponde a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira) llevar a cabo los trabajos de campo, que consisten en la visita a la zona a impactar y tomar muestras o evidencias de los ejemplares de flora y fauna que se encuentran, ya que al haber actividades humanas, el medio ambiente es el que resiente todo esto.

Apenas tengan los resultados de los estudios de campo, entonces la dependencia federal emitirá una resolución sobre las actividades que se pueden realizar.

En casos anteriores, la Semarnat ha autorizado los trabajos de aprovechamiento forestal maderable, siempre y cuando no se afecte el equilibrio ecológico, ya que en este tipo de zonas hay especies como la palma chit (Thrinax radiata) que se encuentra protegida por la NOM-059-Semarnat-2010.

El Ejido Bacalar busca que con estas actividades, se puedan generar beneficios para el gremio ejidal, para las comunidades que se encuentran relacionadas directamente con este ejido. Al poder comercializar los recursos forestales que se obtienen de los trabajos, entonces se captan recursos que se distribuyen para la mejora del ejido y sus ejidatarios.