A menos de 11 meses de la fecha límite para inaugurar el Tren Maya, varias secciones del proyecto en Quintana Roo se encuentran paralizadas, debido a que aún no se resuelve el 40% de los conflictos por las tierras por donde pasarán las vías.

De acuerdo a información que se ha hecho pública por los propios ejidatarios, al menos cinco ejidos protagonizan estos conflictos: el ejido Alfredo V. Bonfil, en Benito Juárez; Juan Sarabia, en Othón P. Blanco; Bacalar, en el municipio del mismo nombre; Felipe Carrillo Puerto, nombre homónimo; así como el Ejido Jacinto Pat, en Tulum.

De igual forma, sobre el megaproyecto federal, pesan al menos cinco amparos interpuestos por terceros interesados y por personas que estuvieron inconformes por la expropiación de sus tierras, en los juzgados federales se encuentran aún en etapa para resolverse, tres de éstos proceden de los tramos 5 sur y norte, que comprende Playa del Carmen-Tulum.

La información pública dada a conocer por el Gobierno Federal puntualiza que tan sólo en el último año se han destinado al menos 280 millones de pesos “extra” para “destrabar” estos desacuerdos. El monto podría ser mucho mayor, ya que hasta el momento el Gobierno Federal no ha dado a conocer una cifra concreta.

Pero se sabe, por declaraciones del propio Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), que en diciembre pasado, por ejemplo, se acordó con el Ejido Juan Sarabia pagar 12 millones de pesos adicionales a los 23 millones que le habían entregado a sus integrantes, a fin de evitar que bloqueen los caminos de acceso.

Ernesto Gutiérrez Pavón, delegado de la Secretaría de Desarrollo Urbano Territorial Sustentable (Sedatu), confirmó que la mayoría de estos problemas se encuentra en los tramos 5 y 6, producto de inconformidades por parte de grupos ejidales, así como amparos por expropiación de tierras.

Aunque se reservó la cantidad específica de conflictos y el área en la que se encuentran, el funcionario federal detalló que en cuanto a las inconformidades con los ejidatarios, éstas provienen de diferencias internas, debido a que los integrantes de la Comuna están inconformes con la forma en que sus dirigencias dividieron el monto de las indemnizaciones otorgadas por sus tierras.

Sin embargo resaltó que en estos casos, junto con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, se mantiene un diálogo permanente con ellos para liberar sus secciones correspondientes y así iniciar con el desmonte para las vías.