Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Cuatro de cada 10 pacientes entre 12 y 17 años que son atendidos en la Unidad de Especialidades Médicas del Centro Integral de Salud Mental (Uneme Cisame) practican las cortadas, principalmente en las muñecas, como una sustitución del dolor sentimental a lo que especialistas le denominan cutting.

Griselda Morales Barrera, directora de la Uneme Cisame, ha tratado a pacientes que tienen por costumbre este tipo de prácticas y con base a sus observaciones para ella es un fenómeno que está “de moda” entre la población joven.

¿Qué es el cutting?

Consiste en provocarse heridas de manera superficial, es decir poco profundas, con cualquier objeto punzocortante y en casos extremos con cuchillos, pero sin llegar a una herida profunda.

Para la psicóloga Griselda este comportamiento es un reflejo de inestabilidad emocional y a la vez una forma de liberar dolor, enojo, ansiedad, entre otros sentimientos.

Aunque no poseen estadísticas exactas de cuántas personas han sido detectadas con cortadas que se provocan ellos mismos, Griselda Morales identifica que la incidencia es mayor entre las mujeres.

Quienes acuden a la Uneme Cisame no van en específico por problemas de cutting, sino que asisten para solicitar ayuda y orientación en relación a temas de conflictos emocionales como la depresión, problemas entre parejas y dificultad para relacionarse con el entorno social.

Buscan la atención de sus padres 

En numerosas ocasiones son los padres quienes optan por llevar a sus hijos a consulta porque notan actitudes retraídas en ellos, lo que para algunos adolescentes es un logro indirecto, ya que hacerse heridas es una forma de llamar la atención de sus familiares.

Al ser el cutting un fenómeno mundial que ha tomado relevancia en los últimos años, estudios realizados en 2013 por la académica Emilia Lucio Gómez Maqueo, investigadora en la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indican que dicha tendencia en los adolescentes se deriva por factores sociales y culturales, ya que el actual entorno es más exigente con ellos por la competencia en el trabajo y/o en la escuela, lo que causa cierto sufrimiento.