El espaldarazo y los 30 años de Solidaridad

El hecho de que en este año haya un stand by en materia electoral en Quintana Roo, no significa que las aguas...

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El hecho de que en este año haya un stand by en materia electoral en Quintana Roo, no significa que las aguas estén mansas, al contrario, existe cierta turbulencia y es momento de tejer, de crear equipo, de aparecer y permanecer en el escaparate político, de ganar reflectores, pues.

Contrario a la famosa frase del extinto líder cetemista, Fidel Velázquez, que rezaba: “Aquel que se mueva no sale en la foto”, ahora, en este 2023, el político que se quede inmóvil puede empezar a cavar su tumba, o al menos olvidarse de aparecer en las boletas de 2024, cuando se elegirán las 11 presidencias municipales, las diputaciones estatales y federales, así como senadurías (claro, también al presidente de la República).

Es hoy cuando hay que crear alianzas y saber aprovechar momentos, oportunidades. Tener el olfato político y exprimirlo al máximo. Sembrar buena semilla para cosechar los mejores frutos.

Dicen que en política, lo que parece, es. Y dirigiéndonos concretamente al municipio de Solidaridad, uno de los más peleados, más disputados, la presidenta municipal, Lili Campos, debe aprovechar el gran espaldarazo que recibió en plena feria turística de Madrid.

Así fue. Allá, en la capital española, se anunció con bombos y platillos que Solidaridad será sede del Festival Gastronómico de Quintana Roo en este año, hecho que no sólo colocó a ese municipio en los ojos turísticos del mundo, sino que representa un formidable escaparate para la política que sin duda buscará la reelección.

Lili Campos tiene hoy la mesa servida para hacer de este evento una vitrina política, sacar tajada del 30 Aniversario de la fundación de Solidaridad y ganar los adeptos que la pongan en la antesala de la reelección.

Algo similar intentó hacer la entonces presidenta municipal de Benito Juárez, Mara Lezama, con el cumpleaños 50 de Cancún, lo que lamentablemente se vino abajo, debido a la coincidencia con la maldita pandemia.

El espaldarazo está dado, claro, sin dejar de reconocer el trabajo que ha realizado la munícipe durante poco menos de año y medio de gestión (casi la mitad del trienio), pero eso sí, en una clara deferencia y diferencia en comparación con otros servidores públicos relacionados con el ex gobernador Carlos Joaquín y que hoy se encuentran en la tablita, a punto de recibir un “gracias por participar”, como son el fiscal Óscar Montes de Oca y la secretaria de Gobierno, Cristina Torres.

Lili Campos forma parte de los presidentes municipales que difícilmente dejarán la silla en 2024 gracias a la labor realizada en su municipio y para su gente, como son, además, Marciano Dzul de Tulum, Atenea Gómez de Isla Mujeres y quizá Ana Patricia Peralta (quien apenas da los primeros pasos en la alcaldía, al suceder a la hoy gobernadora, Mara Lezama, pero que ha dado interesantes señales de un trabajo aceptable).

Y es que aquellos ediles que no han entendido que para ser reelectos necesitan trabajar, crear obra y mostrar su labor (cacarear el huevo), pueden empezar a despedirse, como en el caso de Puerto Morelos y de Cozumel, cuya función simplemente ni fu ni fa, siguiendo durante este casi año y medio una triste política de avestruz, encabezando una gestión que pasará de noche.

Veremos pues qué tanta creatividad muestra el gobierno de Solidaridad para lograr en que el 30 Aniversario y el Festival Gastronómico catapulten a la presidenta municipal y así desmarcarse de quien le sigue los pasos muy de cerca, la diputada Estefanía Mercado.

Este 2023 es un año muy politizado en Quintana Roo, aunque no haya elecciones.

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