El primer informe de Carlos Joaquín González transcurrió como se esperaba, entre una oposición diluida y una marcada pasarela de actores políticos ansiosos de mostrarse cercanos al mandatario, pero lo relevante deberá ocurrir en los días siguientes, con el análisis profundo de lo anunciado como resultados y las sustituciones efectivas al gabinete que, desde la óptica de casi todas las fracciones parlamentarias, no ha acompañado los esfuerzos del gobernador en su primer año de gobierno.

En el mensaje presentado por el mandatario hizo falta –desde la óptica del escribiente– una mayor autocrítica; hubo frases lapidarias sí, pero lanzadas al aire; se dijo que no se permitirán los negocios desde el poder, “no más negocios con prestanombres, o se gobierna o se hace negocio”, pero no hubo ningún llamado al gabinete a redoblar esfuerzos, a centrarse en los objetivos de un gobierno que ha prometido el cambio a los quintanarroenses; Joaquín González aseveró que se ha sacado al gobierno de las oficinas, pero en el Congreso los diputados reprocharon abiertamente que sus colaboradores se han mostrado alejados de la gente, altaneros, carentes de sensibilidad y que operan con fines partidistas.

La inseguridad, el desempleo y la falta de inversión, fueron temas obligados, tanto para los diputados como para el mandatario; los primeros mencionaron los temas como fallas del primer año, mientras que el gobernador aseguró que la situación actual es producto del abandono institucional por más de doce años, aseveró que hubo incluso subejercicios por más de 230 millones de pesos en seguridad y que al iniciar su gobierno encontraron un rezago de más de 120 mil averiguaciones previas. La inseguridad, reconoció, ha afectado la actividad turística, pero aun así, desde la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) se han dado los pasos para recuperar recursos.

En lo que se refiere al manejo de personal y procesos administrativos, el mandatario destacó que, en la anterior administración, tan sólo siete de cada cien compras se licitaban; en contraparte, ahora todas se hacen de manera transparente y siete de cada diez se adjudican a quintanarroenses, además de mencionar la subasta de vehículos realizada por la Oficialía Mayor; pero no hubo ninguna mención ahora a la promesa de instrumentar el servicio profesional de carrera, o a la ampliación de oportunidades prometida. Faltó pues autocrítica.

Aun así, el gobernador salvó su día porque las fracciones parlamentarias no se afanaron demasiado en el reproche ni el reclamo; el presidente de la XV Legislatura, Eduardo Martínez Arcila, acaso fue el más racional en su postura, al marcar discursivamente la separación de poderes y destacar la alianza gobernante, pero comprometiendo una revisión puntual a la glosa y llamando en su momento a los funcionarios para que expliquen lo hecho y lo que falta por hacer, y es aquí donde surgirán los temas de análisis, en donde se podrá observar si el Legislativo coadyuva para beneficio social o sólo como mancuerna de gobierno, porque la acción de los legisladores pudiera remarcar dónde tienen que hacerse los ajustes en el gabinete. La palabra la tienen ellos ahora.

Que al evento no acudieron ni Pedro Joaquín Coldwell ni Félix González Canto, el primero para permitir que el día fuera de su hermano, y el segundo por no confirmar el repudio público, son ya temas nimios, que llegó una decena de gobernadores en funciones y que el evento no fue lo austero que se dijo, esa es ya materia para el discurso de los siguientes días; pero sea como fuere, desde hoy comienza el segundo año de gestión. Se acabaron los pretextos para no cumplir, parafraseando al mandatario.

Por cierto, llamó la atención que el gobernador aseveró que durante su campaña hizo 76 compromisos con la ciudadanía, y que ahora se ha creado un observatorio ciudadano que le da seguimiento, ¿alguien sabe algo de ese observatorio? El escribiente tampoco; pero bueno, el primer año concluyó, en las siguientes semanas se conocerán los datos a detalle y los cambios al gabinete. En el discurso faltó mucho, ojalá no haya carencias en las acciones.