El retorno de Fredy Marrufo
El nombramiento de Fredy Marrufo Martín como delegado de la Sedatu, fue la noticia de ayer.
El nombramiento de Fredy Marrufo Martín como delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), fue la noticia de ayer. Esto porque el ex alcalde priista de Cozumel es uno de los elementos más cercanos al ex gobernador y senador Félix González Canto.
Fredy Marrufo relevó en la delegación de la Sedatu a Raúl Omar González Castilla, primo de González Canto que fue apartado de la delegación de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Sermarnat) por autorizar el proyecto del Dragon Mart en Cancún, y que fue colocado en la discreta Sedatu cuya delegación quedó en manos del hombre fuerte de las finanzas de Félix González Canto en la gubernatura.
Con la incorporación de Fredy Marrufo a la burocracia federal se confirma que el senador González Canto recupera terreno, superando unos meses muy turbulentos que tuvieron como mayor damnificado al ex gobernador priista Roberto Borge, cuyo grupo político cayó en desgracia y enfrenta las garras de una justicia que se desplaza con tremenda lentitud, pero cuyo poder debe ser tomado muy en serio.
Fredy Marrufo salió muy bien librado de la segunda alternancia ocurrida en Cozumel, cuya alcaldesa panista Perla Tun Pech ha respetado a su antecesor priista que hoy salta a la delegación de una Sedatu cuyas riendas llevó Jesús Murillo Karam, quien como titular de la PGR estuvo a cargo de la polémica investigación por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, Guerrero, la noche del 26 de septiembre de 2014.
La megaescultura interminable
En otro tema de nuestra capital, la megaescultura de la bahía de Chetumal sigue convertida en un dolor de cabeza permanente para el gobierno del estado que no haya la forma de ponerle punto final a la obra más polémica de nuestra capital, iniciada en el gobierno del chetumaleño Joaquín Hendricks Díaz.
El proyecto ha sido alterado por el excesivo manoseo que tiró por la borda el concepto de esta obra tan ambiciosa que originalmente estuvo destinada a ser financiada por grandes empresarios, y que acabó en manos del gobierno del estado.
La obra no puede ser inaugurada y permanece como un dolor de cabeza para la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra), ya que la empresa regiomontana encargada de la culminación del proyecto no puede entregar la megaescultura porque no cumple con requisitos de obligada seguridad por un elevador frágil que al ser colocado en la zona frontal echó a perder el concepto artístico del chihuahuense Sebastián.