Claudia Olavarría/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El reloj marcaba las 7:45 horas, cuando llegaron a la funeraria Jardines de Paz, dos limusinas en color blanco con los hijos del fallecido Roberto Cintrón Díaz del Castillo, ex presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos (AHC), para que las personas pudieran despedirse, luego de haber fallecido en el aeropuerto de Barajas en Madrid, España, el pasado 2 de febrero, tras asistir a la Feria Internacional de Turismo.

Con un rostro sereno, Bessy Cintrón Gómez descendió de la limusina con una urna en color gris oscuro y una cinta en color rojo que contenía las cenizas de su padre, mismas que llevó a la sala A del inmueble antes mencionado, para ser depositada al centro de un altar decorado con un ramo de flores en color blanco, a los costados había dos fotografías, la primera de Cintrón Díaz del Castillo, en su oficina del hotel Flamingo, y la segunda de cuando tenía 19 años y perteneció al Ejército de Estados Unidos. Al pie del altar había un dibujo a lápiz de su rostro ya maduro y una corona de la AHC.

Empresarios como Kit Bing Wong, Miguel Colín Magaña, una representante de la tour operadora Maritours, Miriam Cortés Franco, de la Asociación de Clubes Vacacionales de Quintana Roo (Acluvaq), acompañaron a la familia en la despedida antes de las 8:30 horas; conforme pasaron las horas llegaron otras personalidades de la industria turística, entre los que destacaron Jesús Almaguer Salazar, director general de la Oficina de Visitantes y Convenciones (OVC), y el cónsul honorario en Cancún para el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Mark Gerard Carney Herriot.

Además de las condolencias en persona, las redes sociales también estuvieron presentes a través de la cuenta de Twitter de la funeraria, que cuenta con una pantalla que proyecta los mensajes.

“Mi padre cumplió su promesa, trabajó hasta el final”, comentó Roberto Cintrón Gómez, hijo del fallecido líder de los hoteleros. 

Cintrón del Castillo viajó a San Antonio Texas cuando tenía 19 años, llegó a la casa de unos familiares y al poco tiempo se enlistó en el Ejército de Estados Unidos de 1959 a 1962, para ser piloto aviador, pero como no tenía buena visión lo enviaron a la División Primera de Caballería que fue la primera en entrar a Vietnam cuando inició una crisis social; luego de tres años se graduó de Sargento.

“En toda mi vida jamás escuché a mi padre decir una mala palabra e hizo mucho por Cancún, México y Quintana Roo, antes que promover el hotel, promovía el destino”, resaltó el entrevistado. 

“Somos un equipo, eso decía mi padre”, señaló Bessy Cintrón Gómez, hija del hotelero. 

Ovación de pie en la misa

A las 12 horas, familiares, amigos y colaboradores se trasladaron a la catedral de Cancún, ahí la urna fue colocada frente al altar y a los costados las coronas florales, así como el dibujo a lápiz del rostro de Cintrón Díaz del Castillo y una fotografía.

El código de vestimenta fue de color blanco, la  familia se sentó al frente para escuchar la misa que ofreció el obispo de la Prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, junto a los padres Fernando Rodríguez Martínez y Bernard William Quinn, de Playa del Carmen, amigos del hotelero fallecido. 

“Estamos seguros y convencidos que nuestro hermano llegó a su meta en espera de la resurrección y hoy está en la paz del Señor, no tuve el gusto de convivir mucho con él, pero escuché y me di cuenta que era un gran hombre que ayudaba sin pregonar”, aseguró monseñor.

Durante la celebración eucarística, monseñor invitó al padre Fernando, quien fue su párroco muchos años. “Cuando despedimos a un amigo hay muchos recuerdos que vienen a la mente, al terminar la misa platicaba con él y me hablaba de sus proyectos, trabajo, éxitos, propuestas, todos los hacía movido por el amor”, dijo Rodríguez Martínez, para luego invitar a los asistentes a darle un aplauso, por todo el bien que hizo en vida, ovación que duró poco más de un minuto y que hicieron de pie, familiares, empresarios, amigos y colaboradores del líder hotelero.

El acto arrancó varias lágrimas a sus familiares, principalmente a su nieto e hija, al terminar la misa todas las personas se volcaron hacia la familia para darles el pésame.

Hoy a las 10 horas, en el Centro de Convenciones de Cancún se rendirá un homenaje póstumo al hotelero, se prevé una asistencia de 400 personas.