Mara Lezama no sólo ha logrado consolidarse como una gobernadora referente en el país, sino como una auténtica protagonista de la transformación proclamada por Morena y aliados. Es decir: en su rol de autoridad obtiene una alta aprobación ciudadana debido a obras y programas sociales en sólo dos años de administración; en su condición de referente política, permanece cerca de quienes conducen al partido en su mejor momento, cuando el “Plan C” es una realidad.

Ayer en el VII Congreso Nacional extraordinario (al que asistieron más de 2 mil congresistas e invitados especiales) para elegir al nuevo Comité Ejecutivo Nacional, con Luisa María Alcalde a la cabeza, Mara estuvo sentada detrás de la presidenta electa Claudia Sheinbaum y del ahora exdirigente Mario Delgado, "a cuadro", cerca de quienes dan dirección e identidad a este movimiento político-social convertido en el más grande de Latinoamérica.

El fin de semana, como primera autoridad estatal, acompañó al presidente López Obrador (con la doctora Sheinbaum como testigo de honor) a la inauguración del Tren P’atal, en su última gira por el territorio quintanarroense. Fue uno de tantos recorridos de los últimos dos años donde quedaron en evidencia la cercanía y la confianza mutuas. El presidente (fundador de Morena, que no se pierda de vista) siempre le brindó a ella un lugar especial, en la primera fila.

Lo del tren y lo del Congreso nacional del partido son dos actos de naturaleza distinta, con apenas unas horas de diferencia, donde Mara fue testigo y protagonista. Dos hechos que no están unidos por sus características, sólo por los personajes, que gobiernan el país en el más amplio sentido del concepto. Cabe repetir: todos populares y con alta aprobación ciudadana, reflejada en las urnas, los sondeos y las encuestas.

El tren es el ejemplo más reciente, que la obliga por su investidura, pero en el recuento amplio aparecen giras, presencia constante en las mañaneras presidenciales y diálogos de altísimo nivel. También, cabe recordar, mencionada con frecuencia por la prensa como futura posible figura del gabinete de Claudia Sheinbaum. No son datos inconexos entre sí: los une la visión sobre su desempeño bien evaluado en ambas facetas.

Como gobernadora logró más de lo comprometido para la realización de las megaobras en el estado, y como referente política consiguió el “carro completo” en junio, cuando la oposición quedó aplastada.