En la mira puntos de venta de mariscos por cuaresma en Q. Roo
La Cofepris vigilan que los alimentos marinos sean los adecuados para el consumo humano, y no se ofrezcan a la venta aquellos que ya concluyeron con su ciclo.
Por los riesgos que pueden llegar representar para la salud, de no haber cuidados necesarios, los puntos de venta de pescados y mariscos por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
La Profeco enfocó su trabajo en evitar que los dueños de pescaderías y restaurantes no abusen de sus precios durante esta temporada, cuando se incrementa la demanda de los productos del mar.
El organismo federal incluso publicó la lista de los “pescados más económicos y de buena calidad”, entre los que resaltan la curvina, con un precio de 50 pesos por kilogramo, así como el jurel, a la venta con 76.71 pesos.
En el operativo fueron detectados algunos lugares donde se ofrecía el salmón hasta en 600 pesos el kilo o el róbalo, en 560 pesos el kilo, por lo que se instó a los comerciantes a no especular con los precios de dichos productos.
Por su parte, agentes de la Cofepris vigilan que los alimentos marinos sean los adecuados para el consumo humano, y no se ofrezcan a la venta aquellos que ya concluyeron con su ciclo de vida de venta.
El personal recordó a los comensales que cuando se van a comprar productos marinos, es de vital importancia revisar que los ojos del pescado estén transparentes y ligeramente saltados, además de que sus agallas deberán presentar un color rosado o rojizo y mantenerse firmes, por otra parte, los camarones deberán ser traslúcidos y brillantes.
Asimismo, destacó que los pescados y mariscos tendrán que oler a agua de mar, en ningún caso y bajo ninguna circunstancia será normal que tengan un olor a amoníaco, agrio o amargo, en caso de que se presente el caso, podría ser un indicador de que el producto se encuentra en estado de descomposición.
En promedio la Profeco y la Cofepris llegan a sancionar hasta 400 establecimientos durante los operativos de Cuaresma y Semana Santa, que inicia desde la mitad de febrero y concluye en la segunda semana de abril.