¿No que no? Desde el fin de la temporada vacacional se difundieron en este espacio las “cifras alegres” en torno al turismo: fue un verano histórico, y la proyección rebasaba ya, hace un mes, todas las expectativas de autoridades, hoteleros, turisteros e inversionistas. De seguir así, al cerrar 2017 el destino seguirá brillando con luz propia. Como siempre. Como nunca.

Por eso no cuadra la alerta de ciertos sectores acerca de la supuesta caída drástica de la ocupación y las cancelaciones de vuelos. Para evitarlas, por eso se ha intensificado la promoción en el principal mercado, Estados Unidos. Por eso el gobernador Carlos Joaquín, apoyado por toda una industria, pidió “no más golpes bajos”. Por eso se intenta diferenciar la inseguridad de la violencia. Por eso se especula una diversidad de motivaciones. Por eso, pues, conviene precisar.

De entrada: la llegada de visitantes continúa en ascenso según el reporte más reciente del Grupo Aeroportuario del Sureste, el cual refleja que solo en septiembre el Aeropuerto Internacional de Cancún recibió un millón 491 mil 745 pasajeros, equivalente a 7.8% de incremento respecto al mismo mes del año pasado. Con ese casi millón y medio, eran 18 millones de pasajeros en el acumulado.

Lo mismo se puede decir al revisar las dinámicas del aeropuerto cozumeleño; de los cruceros (de enero a agosto se reportan 3 millones por esta vía); de la terminal aérea capitalina, o al referir la suma de nacionales llegando a Quintana Roo, un dato que parece menor, aun cuando ellos sostienen meses completos en la práctica.

Pero si dichos antecedentes son buenos, la proyección da más esperanzas: un análisis del programa de vuelos de aeropuertos estadunidenses a Cancún asegura, por ejemplo, que para el periodo agosto-diciembre el aumento en la disponibilidad de aviones será 9.3%; en tanto, para el periodo enero-julio del año siguiente, será de 4.1%.

Esto lo valida el Sistema de Información de Estadísticas Turísticas (conocido como Datatur); la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; la Secretaría estatal de Turismo; la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos, así como el Fideicomiso de Cozumel y la Riviera Maya. Una prueba: estas instancias acaban de publicar que del 1 al 16 de octubre la ocupación en el estado fue de 73.7%. No hay temporada baja. Además, algunas anuncian la construcción de 18 mil cuartos hoteleros para los próximos años.

Lógico: de no haber bonanza no existirían los números antes expuestos, ni la intención de edificar esa cantidad de cuartos, ni las inversiones multimillonarias para nuevos parques temáticos, ni menos aún la generación de empleos (una de las más altas en el país).

Tales hechos se condicen con las declaraciones de autoridades de los tres niveles, quienes confirman un país “en pie” pese a las desgracias naturales.

Ha costado tomar acuerdos porque en el rubro también se ha debido reconstruir, pero no hay duda de que se ha logrado en beneficio de las familias que dependen -directa e indirectamente- de éste, un auténtico motor de desarrollo.

Nadie dijo que sería fácil.