Con un salario de dos mil pesos semanales, sin Seguridad Social y más de 40 horas dedicadas a repartir, es cómo laboran los repartidores de las aplicaciones, de acuerdo con un estudio realizado por Oxfam México, denominado “Este futuro no aplica”.

Laura Centeno, coordinadora de Investigación de Oxfam México, dijo que detectaron una gran precariedad laboral que tienen los repartidores pese a la promesa de una flexibilidad en el trabajo, esto no es así, pues de acuerdo con las encuestas que se realizaron sólo descansan un día y laboran 40 horas a la semana, lo que es casi una jornada en una empresa aunque en algunos casos trabajan hasta 12 horas diarias por la baja demanda.

En riesgo y mal pagados, el día a día los repartidores en Cancún [Foto: Pixabay]

Explicó que la situación es aún más compleja para las mujeres repartidoras, que representan 20% del sector, quienes sufren acoso en las calles, deben tener horarios límites para trabajar e incluso elegir los lugares para estar más protegidas, incluso, en algunos casos han decidido no repartir solas.

“Algunas mujeres entrevistadas describieron casos en los que los clientes las recibieron en ropa interior, desnudos, las invitan a pasar a la casa, lo cual es lamentable, y sobre todo pone en riesgo a quien está realizando un trabajo”.

“Incluso llega a vulnerar sus números personales y están acosándolas”, indicó. 

¿Qué tan precarias son las condiciones de trabajo de las personas repartidoras? Te compartimos algunos de los datos clave para comprenderlo.
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— Oxfam México (@oxfammexico) February 23, 2022

Dijo que es necesario que las aplicaciones sean más justas, garanticen los derechos laborales y la seguridad, no solo en las calles, sino con los datos personales.

A todo esto, hay que sumar que se enfrentan a las inclemencias del tiempo y también a la inseguridad tanto en las calles como en los puntos de entrega y aunque cuentan con un seguro este solo cubre en el plazo que está la entrega activa, una vez que el pedido fue entregado ya se desactiva este seguro y si a la persona le pasa algo queda desprotegida.

“Incluso llegan a ser discriminados por el personal de seguridad, así como de las plazas a donde llegan por los pedidos”.

Más de la mitad de los trabajadores, entre hombres y mujeres, que laboran en estas aplicaciones no tienen un ingreso suficiente, y luego de la pandemia, en la que muchos quedaron desempleados, esta es su manera de vivir.