Revelan riesgo en turismo regional

Más de 100 centros de hospedaje en el Caribe son afectados por la pérdida de playas.

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Se necesitan millonarios recursos para mitigar los efectos del cambio climático. (Redacción)
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Alejandro García/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Con un total de 149 grandes resorts del Caribe ya dañados por la pérdida de playas, la industria turística regional está en riesgo –incluida la Riviera de Quintana Roo–, advirtió Camillo Gonsalves, ministro de Planificación Económica, Desarrollo Sostenible, Industria, Información y Trabajo de la isla de San Vicente y Las Granadinas, durante la conferencia de “Gestión integral del riesgo de desastres”.

“El costo del cambio climático en las costeras turísticas en el Caribe y sus comunidades, los costos de reconstrucción estimados son de 10 a 25 billones de dólares en los próximos 20 a 25 años, hipotéticamente hablando si subiera el nivel del mar habría grandes pérdidas, inundación de las tierras que están cerca de 35 puertos y al menos 149 puertos millonarios dañados o destruidos totalmente por la erosión costera; el turismo está desapareciendo lentamente, y eso es el motor en que la mayoría de países caribeños basan su economía”, declaró.

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El costo al que se refiere es para mitigar los efectos del cambio climático a nivel mundial, de acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la Organización de las Naciones Unidas.

El diplomático aseguró que cada año aumenta el impacto al Producto Interno Bruto nacional de cada país por desastres, que en el caso de su nación oscila entre 15% y 17% de 2013 a 2016.

Asimismo, el panorama que presenta este organismo para la región es negro en cuanto al aumento e intensidad de las lluvias y tormentas, reducción de la actividad pesquera, menos producción agrícola, extensión de sequías y degradación costera, “cada año se pierde, en promedio, medio metro de playas por la erosión”, advirtió.

Advirtió también sobre las pérdidas en la industria pesquera, porque los peces están emigrando a zonas más frías debido al calentamiento global, lo que convierte a la zona del Caribe en una de las áreas más vulnerables, económicamente hablando, en relación con el cambio climático, obligando a buscar mecanismos para reducir la mortalidad por desastres naturales.

“Todo eso cuesta dinero cuando se habla de construir o reconstruir; hablamos de preparación previa a los desastres porque la protección civil no es una realidad en las islas del Caribe. En San Vicente hemos reducido nuestra huella climática y estamos invirtiendo en energía eólica, en reducción de desechos y en campañas de educación similares a lo que hace México.”

Dijo que la realidad es que en los países caribeños las emisiones van a subir y que los recursos van a bajar y es la realidad en la que se tiene que operar.

“Esto comienza con Data y con la ciencia, con información en el Caribe, nos falta información, los datos, es muy poco lo que tenemos y a los países caribeños hoy en día se nos pide que hagamos políticas a largo plazo, pero en la ausencia de información a largo plazo, y tenemos que trabajar en eso, tenemos que mejorar nuestros planes y ser creativos para encontrar nuevas maneras de fondeo con dinero, porque por más que pensemos o que nos guste pretender que todo se puede hacer de manera barata, no puede ser así, construir cuesta, prevenir cuesta”.

Pero manifestó que su nación trabaja para educar a la población con planes de evacuación, “pero no hay nada más frustrante para un gobierno que tener que construir un puente que se supone durará 50 años, para lo que se pidió un crédito de 50 millones de dólares, y que de pronto llegue una lluvia y lo derrumbe y tengas que volver a construirlo”.

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