Claudia Olavarría/SIPSE

CANCÚN, Q.Roo.- El 15% de la población, y en especial las mujeres embarazadas, adultos mayores y niños menores de cuatro años de edad, son propensos a padecer anemia, y se puede detectar por la presencia de fatiga, irritabilidad, así como debilidad en el sistema inmunológico con la presencia de infecciones respiratorias, gastrointestinales, así como somnolencia, falta de apetito, dolor de cabeza y disminución de la temperatura, indicó el coordinador auxiliar de investigación en salud del Instituto Mexicano del Seguro Social, Enrique Leobardo Ureña Bogarín.

 

En los niños igualmente se registra retraso en el crecimiento, así como disminución en el rendimiento escolar, porque quien padece anemia tiene una deficiencia de hierro en el organismo, lo que disminuye el vigor de la persona, independientemente de los síntomas que presenten es importante que la persona acuda al médico para tener un diagnóstico y tratamiento oportuno, mediante estudios de biometría hemática (análisis de sangre), que determina las deficiencias en los niveles de hemoglobina, glóbulos rojos y blanco, hierro, vitamina B12 y ácido fólico.

 

Un médico es quien determina el tratamiento adecuado para la persona mediante un suplemento nutricional (fumarato ferroso), acompañado de un plan nutricional indicado por un nutriólogo, quien elabora un plan alimenticio para que el paciente tenga el aporte necesario de hierro, vitamina C, proteínas, carbohidratos y grasas.

 

La hemoglobina en las mujeres es de 12 a 16 gramos por cada 100 mililitros, mientras que en el hombre es de 13 a 18 por cada 100 mililitros, y cuando estos descienden la persona presenta anemia.

 

Una mala absorción de este mineral es la principal causa de padecer esa enfermedad a la que se suma una alimentación deficiente en hierro, vitamina B12, vitamina C y ácido fólico, junto con hemorragias y menstruaciones abundantes, así como alteración en el sistema metabólico.

 

Ureña Bogarín resalta que las personas más vulnerables a la enfermedad son las mujeres en edad fértil (18 a 40 años), porque en el embarazo, el feto en desarrollo absorbe grandes cantidades de hierro durante la gestación, y eso le produce una deficiencia del mineral.

 

Los menores de seis años de edad se encuentran susceptibles por su rápido crecimiento y a la falta de alimentos ricos en hierro, es común que a esa edad su consumo de vegetales crudos no es suficiente, y tampoco el de carnes rojas, además algunos rechazan la leche o no reciben una fórmula adecuada enriquecida con hierro.

 

En el caso de los ancianos la anemia se presenta por pérdidas crónicas de sangre, poco perceptibles, principalmente en el tracto gastrointestinal, como la úlcera péptica, gastritis (en ocasiones generadas por la automedicación de aspirinas, a consecuencia de la ingesta de alcohol), hernia de hiato y neoplasias, sobre todo en el cáncer de colon rectal y gástrico.

 

Una detección tardía o una mala atención del padecimiento puede causar desnutrición y trastornos en el sistema nervioso central, por lo que recomiendan una alimentación balanceada para que el organismo tome la cantidad de nutrientes que necesita.