Los destinos turísticos de la Grand Costa Maya prevén cerrar las vacaciones de invierno con una afluencia turística de más de 76 mil visitantes y superar las cifras registradas durante la misma temporada de 2019, antes de la pandemia.

De acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Turismo (Sedetur) de Quintana Roo, las estimaciones proyectan un incremento del 5.8% con relación a la afluencia en 2019 en la Grand Costa Maya, integrada por Chetumal, Mahahual y Bacalar, en el sur del estado.

El destino turístico en el que se proyecta el mayor incremento es Bacalar y su mundialmente conocida “Laguna de los Siete Colores”, con un 8.5%; luego Chetumal, la capital del estado, con un 5.5%, y en Mahahual, principal destino de sol y playa, se proyecta un 1.2% de incremento.

La temporada de invierno inició el pasado 17 de diciembre de este año y finaliza el 1 de enero de 2023 y el mayor arribo de turistas a la Grand Costa Maya, se espera durante la última semana de la temporada, precisamente para decir adiós al Año Viejo y abrazar los primeros rayos del sol del primer día de 2023.

Bertha Medina Núñez de Cáceres, presidenta de la Asociación de Hoteles del Centro y Sur de Quintana Roo, señaló que para este período vacacional y principalmente durante la última semana, se espera tener al menos un 50% de ocupación en la Grand Costa Maya.

Expresó que desde el inicio de la temporada de invierno, las expectativas siempre fueron alentadoras, debido al repunte que durante todo el transcurso de este 2022 se registró en el sur del estado.

Confió que durante la última temporada vacacional de este 2022, se logre recuperar los números registrados antes de la pandemia.

Durante noviembre y diciembre de 2019, los más de 200 centros de hospedaje del sur del estado cerraron con una ocupación hotelera del 54.6% en sus más de tres mil 800 habitaciones.

Añadió que afortunadamente, en el sur del estado ya se registra una actividad similar a la que se tenía antes de la pandemia por Covid-19, lo que representa una franca recuperación de este sector económico respecto a los dos años anteriores, situación que permite a los hoteleros mantenerse a flote.