Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Operadores de taxis sienten temor por la imagen que actualmente tiene el Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo”. A nueve días después de la ejecución de Francisco de Asís Achach Castro, en el bar “La Sirenita”, por deudas con el crimen organizado, y después de dos días de que aparecieran involucrados tres martillos en una ejecución en la zona hotelera, viven con miedo.

Algunos expresan su descontento, pues son personas honorables que trabajan para llevar un sustento a sus hogares. “Ahora resulta que por aquellos líderes que se enajenan con el poder tenemos que cargar con la bolita”. Refieren que sus delegados ahora los amenazan con quitarles el trabajo, pues dicen que van a hacer limpieza en el sindicato, pero refieren que los líderes son los que con sus compadrazgos han roto con los protocolos de seguridad para entrar.

Para trabajar como taxista no hay problema. “En el sindicato nos hacen los exámenes de rutina (médicos, antidoping, psicométricos, si no los pasas, no importa. Yo no pasé uno y me quedé, tienes que llegar bien recomendado”, señala un martillo que prefiere guardar su anonimato por temor a represalias. Para ser taxista necesita una fianza de siete mil pesos y hacer los exámenes de rutina. Comprar el uniforme y sacar tu licencia. 

Cuando estás enfermo y no estás bien recomendado te aceptan siempre y cuando renuncies al seguro de invalidez. Pero al entrevistar a otro operador refirió que esos exámenes están truqueados, pues cuando él presentó el examen médico le dijeron que estaba mal de la columna.

“Por asegurarme de que estuviera bien, antes de presentarme para mis exámenes me realicé radiografías de todo mi cuerpo, donde el diagnóstico fue que estaba sano sin lesiones y sin nada de preocuparme, pero en el centro médico del sindicato el diagnóstico fue que mi columna estaba dañada y que me aceptarían siempre y cuando renunciara al seguro y les mostré mis estudios, negándome el derecho de que los hicieran válidos. Firmé la renuncia porque tenía necesidad de trabajar”, expresó. 

“Nos cobran cuotas semanales para hacer válido el seguro de reparación en caso de percance automovilístico. También nos piden 30 pesos por persona fallecida con el argumento que es para el seguro de defunción”.

Durante las entrevistas los martillos afirmaron que existen varios vehículos que fueron entregados de forma irregular. Estos no fueron dados de alta y se habla que son utilizados para actos ilícitos. Un operador refirió que su patrón es socio con un parque vehicular de 35 taxis, de los cuales 10 los obtuvo en el 2012.