Estiman mil 300 menores en trabajos permitidos en Quintana Roo

Las actividades que realizan los menores trabajadores están divididas en dos, urbanas y de campo.

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Estiman mil 300 menores en trabajos permitidos en Quintana Roo. (Edgar Balam/SIPSE)
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Las autoridades estiman que en Quintana Roo, alrededor de mil 300 menores se mantienen laborando en actividades permitidas, muchos de ellos porque tienen que hacerlo para contribuir a la economía familiar.

“En todo el estado el último conteo fue de mil 300 aproximadamente, que como les digo en época vacacional esto aumenta por las condiciones”, Norma Salazar, titular del Sistema de Protección a Niñas Niños y Adolescentes (Sipinna).

Comentó que las actividades que realizan los menores trabajadores están divididas en dos, urbanas y de campo. En la primera, los niños se dedican a vender paletas, chicles y demás golosinas, así como limpiaparabrisas o estar en los cruceros haciendo algunos malabares.

Pero en aquellos municipios donde predominan las actividades agropecuarias, como en los municipios de Lázaro Cárdenas, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, se concentran en mercados, en avenidas, pero también en actividades agrícolas.

La entrevistada comentó que el trabajo infantil es una problemática compleja, que debe ser atendida de manera interinstitucional, pues se combinan factores socioeconómicos con situaciones hasta personales de cada niño.

“Hay que ver qué hay detrás de la cajita de chicles, o sea, y trabajar en consecuencia, es decir, si tiene acta de nacimiento, si lo están obligando a trabajar cómo proceder y les voy a poner un caso específico: un niño que tuvo que salir a trabajar porque su mamá tuvo un accidente, no tenía papá, los abandonó, solo era mamá y el niño, tiene un accidente y él tiene que salir a trabajar, deja la escuela, cuando se le capta en calle vemos todo el panorama, la mamá estaba postrada porque requería una cirugía en donde requería clavos y demás, entonces quién era el que tenía que sacar esto? Pues el niño”.

Por ello, señaló que las autoridades deben conocer el contexto para poder actuar y ayudar al menor a que salga de esta situación, la cual se acentuó con la pandemia de Covid-19.

“A nivel nacional, el fenómeno aumentó en la pandemia casi al doble, de un aproximado de 3 millones de niños trabajadores en calle en todo el país aumentó a un poco más de 5 millones, entonces ahí no escapa Quintana Roo. Aquí lo importante es cómo actuamos”.

Sin embargo, Salazar consideró que sí ha habido avances en Quintana Roo, en el sentido en que actualmente en el estado no hay niños que vivan en la calle, sino que laboran y regresan a casa.

“Y eso es una gran ventaja a nivel país somos de los pocos estados que no tenemos niños viviendo en la calle, entonces es factible tener muchos avances en todos los aspectos, porque hay una organización interinstitucional que nos permite abordar la problemática”.

De todos modos, subrayó que los menores que trabajan en las calles no sólo están expuestos a las lluvias y al sol, sino también a ser atropellados, golpeados, vejados e, incluso, a ser captados no sólo por el crimen organizado para la venta de drogas, sino con fines sexuales o de trata, por lo que se necesita disminuir las cifras del trabajo infantil.

La última medición realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía correspondiente al año 2022, señalaba que al menos dos mil 182 menores estaban laborando en actividades permitidas.

En tanto, más de 17 mil trabajaban en actividades no permitidas, de los cuales, casi 12 mil lo hacían en ocupaciones consideradas peligrosas, además de seis mil de ellos tenían menos de la edad permitida.

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