EUA a punto de emitir una alerta catastrófica para Quintana Roo

Los lamentables hechos ocurridos recientemente entre Cozumel y Playa del Carmen...

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Los lamentables hechos ocurridos recientemente entre Cozumel y Playa del Carmen ponen de nuevo en el ojo del huracán a la actividad turística de la entidad. Hoy en el estado se mantienen las miradas en el por qué y quién es el responsable de la detonación ocurrida el 21 de febrero que arrojó un saldo de 24 personas heridas.

Y claro que el esclarecimiento de este hecho y de los supuestos artefactos colocados en otra embarcación, deben ser esclarecidos con total transparencia, sin distinción ni intervenciones políticas y caiga quien caiga, pues cierto es que se trata de un ring en el que nuevamente se ven las caras familias muy poderosas económica y políticamente de Cozumel.

Pero más allá de las investigaciones que corren a cargo de la PGR, la Semar, la Sedena y hasta el FBI –debido a que entre los lesionados hubo gente norteamericana-, el deleznable episodio debe ser tratado con especial cuidado, en una operación casi quirúrgica para evitar mayores afectaciones a la actividad turística, hoy en jaque por un gobierno estadounidense a punto de volver a insertar a Quintana Roo en sus alertas y considerar al estado como un lugar peligroso para sus ciudadanos.

Ya Estados Unidos prohibió a los trabajadores de gobierno utilizar este medio de transporte entre Cozumel y Playa del Carmen, lo que pone al Caribe Mexicano a punto de una alerta turística del principal mercado de visitantes que provocaría una gravísima afectación económica y laboral, deprimiendo al sector turístico quizá en un grado sin precedentes.

El esclarecimiento de los hechos es prioritario, sí, pero quizá más importante lo es el evitar la decisión estadounidense de emitir una alerta a sus ciudadanos para que se abstengan a venir a los destinos de esta entidad que vive gracias al turismo, que mantiene su economía por esta actividad y que brinda miles de empleos por la derrama que los visitantes generan.

Es momento de que los tres niveles de gobierno empleen todo su esfuerzo para revertir la mala imagen que dejó dicho suceso o de lo contrario las consecuencias pudieras ser catastróficas para el Caribe Mexicano y para el país en general, dado que Quintana Roo genera cerca del 40 por ciento del total del turismo que llega a la nación, y esta actividad representa al menos el 8.5 por ciento del PIB, por encima ya de lo que brinda el petróleo a la economía mexicana.

Así de delicado es lo que hoy ocurre en esta región de México.

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