Ex priistas con el tatuaje del PRI

Una avalancha de priistas y desprendidos de ese partido se ha apoderado de la escena política en Quintana Roo...

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Una avalancha de priistas y desprendidos de ese partido se ha apoderado de la escena política en Quintana Roo; para bien o para mal, ellos dominan el oficio por su prolongada o breve permanencia en posiciones de poder. Quizá seis de cada 10 políticos en activo y altos burócratas estatales y municipales han defendido la playera tricolor o han participado en administraciones del PRI.

Sorprende el éxito de muchos desprendidos en otras opciones partidistas que les dan asilo, como el diputado local de Encuentro Social, Carlos Mario Villanueva Tenorio, quien como presidente municipal capitalino soportó la brutal ofensiva del gobernador Roberto Borge, impulsado el cozumeleño por un insensato duelo de egos.

Ahora el hijo del ex gobernador Mario Villanueva Madrid se desplaza a su gusto en un partido tan modesto, teniendo en la mira la candidatura al Senado por la vía plurinominal, aunque al proceso de 2018 le caería muy bien su participación en las urnas.

Los priistas pueden renunciar a su partido, pero una formación –¿o deformación?– política no se deja en el cesto de ropa sucia para el estreno de la nueva guayabera; los suyos son tatuajes que no pueden borrarse en una dolorosa sesión, ya que su experiencia y aplicación de la política son su fortaleza y principal atractivo para ser asimilados por partidos sedientos de priistas, como el PAN, el PRD, Morena y en su momento el explosivo Convergencia, hoy inofensivo Movimiento Ciudadano.

El PAN reclutó en 2005 a dos ex priistas con lazos sanguíneos con el gobernador Carlos Joaquín González: Addy Joaquín Coldwell –hermana– y Gustavo Ortega Joaquín, alcalde de Cozumel postulado por la efímera coalición PAN-Convergencia.

El perredismo es dominado por la familia de Salvador Ramos Bustamante, ex líder de la CROC a quien el gobernador Mario Villanueva Madrid le metió una zancadilla en 1994 para arrebatarle la candidatura priista al Senado, impulsando a Esteban Maqueo Coral.

En el equipo del gobernador –también con trayectoria priista– destaca un bloque de ex revolucionarios como el confianzudo Miguel Ramón Martín Azueta, quien fue alcalde de Solidaridad, director de la Comisión de la Juventud y el Deporte (Cojudeq) y promotor de la candidatura del senador priista Eduardo Ovando Martínez –otro moreno de fuego– a la silla de Palacio de Gobierno en 2004.

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