Exhortan a tener un sistema de monitoreo de aire en Q. Roo
Con los monitoreos proporcionarán información concerniente a la salud, y emitir alertas ambientales de ser necesario.
Expertos en gestión del aire exhortaron a implementar la participación civil en el sistema de monitoreo de calidad del aire, para que este pueda servir para medidas de salud y disminución de emisiones de carbono.
Roberto Muñoz Cruz, consultor para la adaptación climática de la Asociación Política y Legislación Ambiental (Polea), señaló que se necesita implementar un modelo de gobernanza social en el monitoreo del aire, para que haya coordinación entre el sector público y la sociedad civil.
De esta forma, los monitoreos se pueden actualizar más constantemente, abarcar todo Quintana Roo, y hasta proporcionar información concerniente a la salud, y emitir alertas ambientales de ser necesario.
Cabe señalar que según información de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (Sema), en Quintana Roo hay un sistema de monitoreo de calidad del aire instalado con 11 sensores Purple Air, pero estos solo se encuentran en seis municipios, y tampoco se da difusión constante en los medios.
“Las perspectivas de la gobernanza social implica la generación de propuestas para la adaptación y cambio climático y la gestión de la contaminación del aire, con base en un estimado de riesgos a la salud, a partir de la integración de grupos de colaboración”, explicó.
Muñoz Cruz agregó que los grupos de colaboración son personas, sociedad civil, académicos, investigadores, servidores públicos, legisladores, interesados en el tema, detalló.
Asimismo, las perspectivas incluyen la identificación de riesgos como temperatura, partículas en el aire; el impacto a la salud de estas últimas, la vinculación de los resultados con programas locales de cambio climático y calidad del aire, el análisis de la política de adaptación de estos dos elementos.
También la promoción de adquisición de conocimientos, hábitos y prácticas a la ciudadanía; y la medición del carbono negro.
“Hablamos de un enfoque de salud pública que conlleva la investigación y acción, para poder generar ese conocimiento basado en la ciencia, que nos permita generar acciones de protección colectiva, que tengan una perspectiva de capacidades adaptativas”, explicó.
El consultor aclaró que estas capacidades son para desarrollar principalmente en grupos de vulnerabilidad por contaminación atmosférica, como personas diabéticas, con enfermedades cardiovasculares, respiratorias, y con discapacidad visual o motora.
Selene Martínez, directora ejecutiva del Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire del Área Metropolitana de Monterrey, comentó que el papel de la sociedad civil es involucrarse permanentemente en una medición óptima de la calidad del aire, en conjunto con organizaciones, para que se tomen acciones políticas.
“(El público) sabe que su salud depende en cierta parte del riesgo que tenga por estar respirando una mala calidad del aire.
La información debe ser consultable en tiempo real, es pública, y sirve para saber la calidad del aire en partículas PM 2.5, con tamaño de una milésima de milímetro, y emitir recomendaciones de que hacer en días contaminados.
Actualmente hay proyectos de gobernanza social de calidad del aire en las zonas metropolitanas de México, Guadalajara, Monterrey, Toluca, y el Valle de México.