Abigail Becerra/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Aunque los signos y síntomas señalan tabaquismo crónico, la falta de información real de los pacientes impide un tratamiento oportuno.

De 179 ingresos atendidos al día en el área de urgencia del Hospital General “Jesús Kumate Rodríguez” que son provocados por infecciones respiratorias agudas, la mitad de estos son adultos donde el 10% entran por crisis asmáticas, es decir, cinco personas posiblemente relacionadas con el consumo de tabaco, informaron autoridades de la dependencia.

Al negar u ocultar el origen de su padecimiento por temor a no ser atendido, cierran la posibilidad de un seguimiento médico exhaustivo para evitar complicaciones futuras en enfermedades delicadas e incluso mortales, además de darse una oportunidad en detectar oportunamente cáncer pulmonar.

Informaron que sólo bastan 20 años de consumo de tabaco para que las personas desarrollen cáncer pulmonar o broncogénico, donde no sólo afectan su salud sino de aquellos que aspiraron durante el mismo tiempo el humo del cigarro como los fumadores pasivos.

Esto debido a que un solo cigarrillo contiene hasta con 800 sustancia tóxicas convirtiéndolo en un producto altamente peligroso y nocivo para la salud, sin embargo pese a las campañas para eliminar la publicidad de este producto y hacer la difusión de las posibles causas ante la insistencia de seguir fumando los resultados continúan reflejándose en personas enfermas a edades más tempranas.

Otras enfermedades estrechamente relacionadas con el tabaquismo en consumidores pasivos son las que se desarrollan y afectan las vías respiratorias como el asma, bronquitis, infecciones agudas que se reflejan principalmente en menores de cinco y mayores de 65 años.

En la dependencia sólo han atendido dos enfermos con cáncer pulmonar directamente asociado al tabaquismo, mismos que fueron atendidos de manera especializada, sin embargo hay muchas personas más que sólo por indicios médicos se llega a determinar su adicción.

Para aquellos que deciden dejar de fumar pasan hasta cinco años para que el cuerpo pueda recuperarse, sino es que ya tiene alguna afectación orgánica importante.