Enrique Mena/SIPSE
HETUMAL, Q. Roo.- Los familiares de internos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal esperaron hasta tres horas para poder ingresar al centro penitenciario, debido a que policías y custodios determinaron que el ingreso debía ser pausado.

Verónica Martínez, familiar de un reo, explicó que por grupos de cinco personas ingresaban al penal, lo que ocasionó el retraso de varias horas y una larga fila de hasta 100 personas que esperaban la autorización oficial; algunos familiares llegaron desde las 7:00 horas y aguardaron que a las 10:00 horas iniciara el ingreso.

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(Daniel Tejada/SIPSE)

En su caso, llegó a pedir detalles del traslado de su pareja sentimental, Heriberto Campos Martínez, apodado “El Diablo”, realizado anteayer, aunque supo de manera extraoficial que el destino final es en un penal en Chiapas; las autoridades penitenciarias no le proporcionaron mayores detalles.

“La hora de entrada es a las 10:00 de la mañana, pero terminamos entrando a las 13:00 horas,  los policías nos tratan mal a propósito, agrediéndonos y diciendo que no podremos ver a nuestros internos, sólo vine a pedir información de a dónde se llevaron a mi marido”, dijo.

Entre los familiares que esperaban en la fila, en las afueras del centro penitenciario ubicado en la avenida Prolongación Álvaro Obregón, se escuchaban las quejas en contra de los agentes policiales encargados del acceso de la puerta principal, por realizarlo lentamente a propósito.

(Daniel Tejada/SIPSE)

Eloísa Vázquez, madre de otro interno, comentó que desde las 8:00 horas de ayer llegó a las instalaciones del Cereso de Chetumal, pero le dieron el “pase” a las 13:00 horas, luego de esperar bajo el sol y de que los agentes policiales le llamaran la atención por hacer reclamos para la agilización del acceso.

El elemento de la Policía Estatal Preventiva (PEP) a cargo de facilitar el acceso de los familiares, dijo que las instrucciones de las autoridades penitenciarias es dejar pasar a cinco personas cada vez, para evitar que los filtros se saturen y que debían obedecer pese a las quejas que se generaron.