Ayer 13 de mayo, la comunidad católica de Calderitas celebró la aparición de Nuestra Señora del Rosario de Fátima en Cova de Iria, Portugal, también la patrona de esta comunidad, en el municipio de Othón P. Blanco.

El padre David Azael Kú Carrillo, señaló que este día, por la mañana los feligreses le cantaron las mañanitas a Nuestra Señora del Rosario de Fátima en la capilla de la comunidad para posteriormente efectuar una peregrinación con la efigie de la santa patrona por varias calles del poblado hasta llegar al embarcadero de las Caballas Yax-há, siempre acompañados con música de banda.

Dijo que Calderitas es una comunidad eminentemente Mariana y tiene como patrona a la Virgen María en su advocación de Fátima y las fiestas comenzaron desde el pasado 3 de mayo “Día de la Santa Cruz” con peregrinaciones y celebraciones eucarísticas.

“Por la mañana cantamos las mañanitas, venimos en peregrinación y damos un paseo en el mar, para que Nuestra Señora de Fátima siempre nos bendiga y proteja y terminamos nuestras fiestas en misa de 12:00 del día”.

El recorrido en lanchas con la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Fátima duró aproximadamente una hora, con la participación de ocho embarcaciones.

Indicó que tras la ceremonia eucarística del mediodía en los jardines de la capilla hubo venta de antojitos, relleno negro, escabeche, postres, refrescos y juego de tómbola, así como música viva para amenizar el tradicional convivio.

Además de bailables con la participación de los danzantes de la comunidad de Luis Echeverría e integrantes de la Casa de la Cultura de Calderitas, además del tradicional baile de la cabeza de cochino y muchas sorpresas más.

De acuerdo con la creencia de la Iglesia Católica, Nuestra Señora del Rosario de Fátima es una advocación con que se venera a la Virgen María. Tuvo su origen en los testimonios de tres niños pastores, llamados Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto, quienes presenciaron varias apariciones marianas en la Cova da Iria, Fátima, en Portugal, entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.

Se atribuyeron a los mensajes de la aparición componentes proféticos y escatológicos, en particular con una posible nueva guerra mundial, y se interpretó que el inicio de la Segunda Guerra Mundial fue su confirmación, a la conversión de la Rusia soviética y al intento de asesinato de Juan Pablo II.