Fiscalía General de la República actúa como una mafia en Cancún

Empresarios revelan actos de corrupción y extorsión de varios elementos de la dependencia.

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Tres fiscales y cuatro agentes de la FGR son señalados como los responsables de los abusos. (Redacción/SIPSE)
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Redacción/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Diligencias judiciales que terminan siendo un asalto a mano armada, se han convertido en una práctica común impulsada desde la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR), con sede en Cancún, con la única finalidad de extorsionar a empresarios, según dos denuncias presentadas ante la Fiscalía Anticorrupción.

En dos oficios, el empresario Florian Tudor, relata escenas de terror y pesadilla que desde hace algunos meses ha sufrido junto con su familia, así como sus socios por atropellos, abusos y daños materiales ocasionados a propiedades por el personal de la FGR.

Los directamente señalados son los fiscales César Eduardo Cervantes Saavedra, Héctor Mejía Gama y Julio César Ortega Rodríguez, así como los agentes Deyner Azahel Maldonado Hernández, Miguel Ángel Vázquez Bernal, Ricardo Portillo Muñoz y Miguel Castillo Cano.

La denuncia es desde la siembra de pruebas, la fabricación de expedientes, cateos que terminan en saqueos, mensajes de intimidación, acoso y demás atropellos, que hasta la fecha no han permitido al empresario entrar a su domicilio en Cancún, a pesar de que existe una orden judicial para que la FGR devuelva las propiedades que le fueron aseguradas.

Empresarios denuncian la siembra de pruebas por parte de elementos de la FGR

El caso inició el pasado 30 de marzo, cuando el empresario y su socio Adrián Nicole fueron detenidos en la Ruta de los Cenotes, municipio de Puerto Morelos, cuando iban a pagar la nómina a unos 70 trabajadores en un rancho que tiene junto con otro socio, el también empresario, Chakib Naif.

“Alrededor del kilómetro 18 había un retén de la Policía Militar y la Policía Municipal. Nos pararon y preguntaron a dónde íbamos y dije que para pagar la nómina. Entonces me agarraron una bolsa que llevaba y sin preguntar la abrieron y encontraron el dinero y los documentos. Preguntaron por qué viajamos con tanto dinero, y dijimos que no viajamos, que vivimos en Cancún”, relata.

Mientras todo eso ocurría cuatro elementos de la Policía Militar revisaban la camioneta en la que viajaban, mientras uno de los comandantes los interrogaba sobre la ubicación del rancho.

“Les dije que en el kilómetro 23 y me dice: ah, ustedes son los rusos, el mentado rancho de los rusos. Pero nosotros no somos rusos, somos rumanos y tenemos todos nuestros documentos en regla”, detalla.

Relató que tras la revisión exhaustiva que realizaron los militares el resultado fue negativo; sin embargo, después se acercaron dos policías locales y pidieron revisar nuevamente el vehículo.

“No pasó un minuto, después de que cuatro marinos buscaron por 20 minutos sin encontrar nada, esos policías aparecieron con una pistola en mano. Un arma al que no se aplicó la cadena de custodia y nos arrestaron. Tras 20 minutos ahí nos tomaron fotos y subieron a redes sociales”.

Esa misma tarde fueron llevados a la Fiscalía General de la República en Cancún, donde comenzó la verdadera pesadilla, desde la promesa de borrar todo a cambio de un pago hasta cateos y aseguramientos de propiedades de forma irregular, mismos que han sido, incluso, rechazadas por un juez. 

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