Fuerte de San Felipe Bacalar, en pésimas condiciones

La federación invirtió más de 170 millones de pesos para obras en Bacalar, el emblema del Pueblo Mágico no ha recibido un solo peso.

|
Fuerte de San Felipe Bacalar, en pésimas condiciones. (Fotos: Carlos Castillo/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

A pesar de que la federación invirtió más de 170 millones de pesos en la renovación y rehabilitación de espacios públicos de Bacalar, el Fuerte, emblema del Pueblo Mágico, no ha recibido un solo peso en inversión y sus muros y pisos se caen a pedazos.

Juan Manuel Herrera, empresario hotelero de Bacalar, dijo que en contraste con la millonaria inversión realizada por la federación para embellecer el lugar, uno de los principales atractivos turísticos como es el Fuerte convertido en museo, está en pésimas condiciones y las lluvias han deslavado parte de su estructura.

El gobierno municipal no ha realizado ningún trabajo de remodelación o restauración, aunque la federación invirtió más de 170 millones de pesos para la renovación del parque central y su entorno, el espacio cívico con muelle a la laguna, el campo de béisbol y el mercado.

“El museo del Fuerte de San Felipe Bacalar, emblema de este municipio de Quintana Roo, está descuidado y, a falta de mantenimiento, las lluvias han causado deslaves en la estructura del lugar”, denunció.

Además de mala imagen, el lugar se encuentra en condiciones nada agradables para los visitantes que acuden a conocer parte de la historia de este remoto lugar de México, establecido a la orilla de la laguna de siete colores desde hace casi 300 años.

Y pese a que se cobra una cuota de 50 pesos por concepto de entrada para adultos y la mitad de esta cantidad para niños, el dinero que se recauda no se está aplicando al mantenimiento del lugar.

El inmueble muestra cuarteaduras en sus murallas y las iguanas se han apoderado de las mismas, causando huecos para hacer madrigueras y daños que podrían poner en peligro de derrumbe toda la estructura del lugar.

Algunos puntos del muro empiezan a deslavarse, causando el desprendimiento de las piedras que conforman la muralla perimetral del Fuerte.

Pero no solo el exterior del baluarte presenta este panorama, también parte de la escalinata para acceder de la parte baja hasta la punta del cerro, en donde se encuentra, es visible el olvido de las autoridades.

Por si fuera poco, parte del sistema de iluminación no funciona por razones desconocidas.

Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fue en año de 1725 cuando el gobernador de Yucatán, Antonio Figueroa y Silva, mandó construir el fuerte a base de piedras volcánicas, marinas y calizas, el cual quedó concluido ocho años después, para frenar a los ataques de saqueadores que al principio arribaban a Bacalar por mujeres y comida, más tarde, en el siglo XVII, para conseguir el codiciado palo de tinte.

La parte alta del fuerte, que hoy se puede caminar, fue equipada como almacén de pólvora, capilla, sala de armas, almacén de víveres y cuartel de tropas.

Alrededor se colocaron 34 cañones, de los cuales solo se conservan 11. Posteriormente, el Fuerte de San Felipe fue reforzado con un puente levadizo y torres de vigía desde donde se contempla toda la laguna de Bacalar.

En la década de los 80, el fuerte fue convertido en museo. Desde entonces, tiene una colección de restos arqueológicos mayas y de la Colonia, como municiones, armas, mapas y planos.

Lo más leído

skeleton





skeleton