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Los alumnos proporcionan la materia prima para cada proyecto. (Pedro Olive/SIPSE)
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Pedro Olive/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Algunos años atrás, se creía que la carpintería era única y exclusivamente para los hombres, pero hoy la realidad es otra. De 22 alumnos que toman el curso de ese oficio en el Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial (Cecati 139), 14 son mujeres, y el año pasado de 94 estudiantes, 50 fueron damas.

Fue hasta hace dos años que aumentó el interés de las damas en tomar cursos de carpintería.

“Son diversas las razones por las que las mujeres buscan tomar estos cursos, siendo el sustento y la diversión las más concurridas, aunque hay otras que lo hacen por herencia. Algo que llama la atención es que hay mujeres de todas las edades, desde los 22 años hasta los 50 años”, señaló Sofía Uicab Gómez, directora del Cecati 139.

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Al concluir el curso, se les entrega una constancia o diploma según sea el caso, que tiene una validez oficial ante la Secretaría de Educación Pública (SEP), a la cual está incorporada la institución.

“La característica de las mujeres en comparación a los hombres, es que son más detallistas a la hora de realizar sus proyectos, son muy cautelosas para los cortes y formas, y en algunas ocasiones llevan a cabo el proyecto con mayor eficacia”, dijo el profesor del taller, Cándido Canché Vidal, quien este 2015 cumple 30 años al servicio de la institución.

El tiempo aproximado para realizar un mueble o proyecto es de un mes. El profesor proporciona la teoría y muestra el uso de las herramientas en tres partes: primero las máquinas, después el equipamiento eléctrico (pulidora, caladora, taladro) y, por último, las herramientas de mano. A partir de esto, los alumnos comienzan con la realización de sus obras.

Escogen el proyecto

“La materia prima es proporcionada por los alumnos para cada proyecto, ellos deciden la dimensión, estilo y costo de su obra”, comentó Canché Vidal.

Nicoly Barrera Matos es una mujer de 37 años, quien en abril del 2012 inició el curso en nivel básico y hoy está en su último ciclo. Para ella, la carpintería le ha permitido amueblar su hogar imprimiendo su estilo y gusto, además de ser una opción de diversión.

“Desafortunadamente, hoy las personas prefieren pagar algo más barato en tiendas departamentales, aunque les salga de menor calidad. Nosotros proponemos el presupuesto con base en los materiales y la mano de obra, y la gente no lo acepta, pues los consideran que son muy costosos”, agregó Barrera Matos.

Para Nicoly, quien es ama de casa, la carpintería le ha permitido aportar algo más no sólo a la casa, sino a sus hijos al realizarles muebles para ropa o tareas. Mientras sus pequeños acuden a la escuela por las mañanas, ella toma el curso. 

Hasta ahora ha fabricado 13 muebles, de los cuales sólo ha vendido tres ejemplares a familiares. Actualmente fabrica un mueble de cocina con acabados antiguos, el cual pretende acomodar en su hogar.

Los cursos se imparten de lunes a viernes, en dos grupos; el primero, con horario de 7:30 a 10 de la mañana, y el segundo, de 10 a 12:30, con un promedio de asistencia de 20 a 30 alumnos.
Para las personas interesadas, en abril inicia otro curso. 

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