Gestiones en salud: más que una foto

Por lo visto, Mara Lezama Espinosa está empeñada en apartarse de una gobernanza que resulta...

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Por lo visto, Mara Lezama Espinosa está empeñada en apartarse de una gobernanza que resulta en la triste realidad en la que los ciudadanos nos acostumbramos a ver a los mandatarios quintanarroenses —por lo menos, los que van de este siglo— ejerciendo el poder construyendo una imagen prácticamente sin correlato con los hechos, basada en las fotografías y las grabaciones de eventos hueros, cortes de listón pletóricos de fanfarrias, casi con arcos triunfales y tedeums, y en gestiones de oropel, acompañando o haciéndose acompañar de personajes importantes de toda índole, de preferencia de importancia nacional.

Se trataba, pues, de crear ciertas realidades alternativas en las que parecía que los gobernadores trabajaban incansablemente por el bienestar del pueblo, escudados en el falaz principio surgido de la reconvención de Catalina la Grande a Diderot, cuando la emperatriz hizo ver al filósofo que la Ilustración que quería llevar a Rusia él la planeaba trabajando con escritos, en papel, "que lo aguanta todo" —hoy diríamos que también el videoclip y el meme lo aguantan todo—, mientras que ella debía hacerlo con almas, como eran las de los ominosamente reales cosacos rebeldes, con sus afiladas hoces, que enfrentaban sus ejércitos por aquellos tiempos.

Pero el esquema del montaje de que "hago como que trabajo" requiere que después del promocional, de la mascarada mediática o de las redes sociales, no se vuelva sobre el tema, pues hacerlo evidenciaría que se trató de una estratagema vacía en vez de acciones de gobierno reales y efectivas, pues los datos, las cifras y los testimonios, si se agitan las aguas, acaban por revelar la inexistencia o ineficacia de las acciones, las obras y los recursos fantasma.

Acabamos de ver que en el caso de Mara Lezama el propósito es muy otro: en el delicado tema de la salud pública y de la atención a los sectores más vulnerables de la población —que generalmente coinciden en ser los de menores ingresos familiares, y por lo tanto carecen de alternativas privadas—, la gestión y coordinación con el sector a nivel federal no se atiende solo ante los flashes mediante una pose y un apretón de manos momentáneo, sino que la gobernadora ha establecido una agenda permanente para mantener al estado en la senda de las soluciones a las necesidades más apremiantes y las mejoras que vayan más allá del corto plazo, tomado dimensión de política pública.

Apenas ayer, jueves 25 de los corrientes, Mara se reunió en el Palacio Nacional con el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoe Robledo Aburto; el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, y el director general del extinto Insabi, Juan Antonio Ferrer Aguilar, para, según el comunicado, dar "seguimiento y cumplir con los proyectos de salud que se tienen programados para Quintana Roo".

El análisis de los acuerdos previos se abocó, en esta ocasión, a la población de los 11 municipios para atender la salud de sus habitantes "y mejorar la calidad de los servicios que se prestan a las y los quintanarroenses".

Sin embargo, el tratamiento del tema por parte de las autoridades domésticas y nacionales no es cosa de un día ni empezó por la necesidad de establecer, como es menester, desde luego, las nuevas normas, estrategias y procedimientos para adecuar a nivel estatal la incorporación de los servicios que prestaba el Insabi —suplente del también desaparecido Seguro Popular— al IMSS, sino que proviene de gestiones realizadas en encuentros que se llevaron a cabo con bastante anterioridad. En la segunda semana del mes que transcurre, ya cercano a su fin, Lezama y Robledo se reunieron para hablar sobre la implementación del plan de salud IMSS-Bienestar, que es la nueva estrategia que implementó el presidente Andrés Manuel López Obrador tras el colapso del susodicho organismo.

La mandataria estatal informó en aquella ocasión que se está avanzando en el proceso de transferencia de los servicios de atención médica para los no afiliados al IMSS-Bienestar, estando presentes con finalidades ejecutivas muy determinadas el secretario estatal de Salud, Flavio Carlos Rosado; el secretario de Finanzas y Planeación, Eugenio Segura Vázquez; el consejero jurídico, Carlos Felipe Fuentes del Río, y el titular del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada del IMSS en Quintana Roo, Miguel Ángel Van-Dick Puga.

Desde octubre de 2002 la gobernadora viajó a la capital del país y sostuvo una reunión con Zoe Robledo, esta vez en las oficinas centrales del IMSS, aledañas a la entrada principal del Bosque de Chapultepec —donde montan guardia de dos colosales leones—, y acordaron establecer un plan integral para la atención de los derechohabientes del IMSS, con la intención de mejorar la calidad y la atención que se les brinda en el estado.

En octubre de 2022, Mara se reunió con Germán Martínez Santoyo, director general de la Comisión Nacional del Agua, pero en el mismo periplo se encontró con el director general del Instituto de Seguridad Social y Servicios de los Trabajadores del Estado (Issste), Pedro Zenteno Santaella, lo que significa sin duda que los cambios en el convulsionado sistema nacional de salud, muchas veces criticados y no siempre exitosos, la mandataria caribeña los está convirtiendo en una oportunidad de largo aliento para mejorar la atención a la salud de los quintanarroenses, no sabemos si mejor que la que se presta en Dinamarca, pero sí muy atinente para superar específicamente nuestros añejos rezagos y la deuda del Estado con la gente más necesitada, e incluso francamente menesterosa.

Se ve constancia y persistencia.

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