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En una maniobra que le resultó a la perfección, el Partido Nueva Alianza logró incrustar a dos nuevas diputadas locales que entraron como suplentes de la Verde Ecologista Ana Peralta de la Peña y de la priista Leslie Hendricks Rubio –candidata a la diputación federal por el primer distrito–, robusteciendo la bancada turquesa que ahora cuenta con tres alfiles cuyos votos cobrarán enorme valor en los agitados tiempos políticos que se viven.

Acostumbrados a sacar juego a las alianzas partidistas sin desechar la traición cuando es preciso, los turquesas han sabido sacar jugo a lo poco que tienen para ofrecer, obteniendo tratos favorables tanto con sus “aliados” del PRI y Verde, como con los opositores del PAN-PRD, a quienes vendieron su cariño legislativo para que pudieran hacerse del control del Congreso a cambio de posiciones en el gobierno estatal.

En aquel no tan lejano 2016, los turquesas negociaron con rudeza y lograron exprimirle al PRI dos presidencias municipales –de Bacalar y Lázaro Cárdenas–, una diputación local de mayoría y algunas suplencias que hoy rinden frutos, ya que las diputadas titulares tenían enormes posibilidades de saltar como candidatas y lo hicieron, permitiendo la llegada al Congreso de Marcelina Sagrero Balado y Adriana Chan Canul, quienes suman fuerzas con el líder de bancada Javier Padilla Balam.

Con renovado poderío, los turquesas empezaron a jugar fuerte empujando de entrada la reelección del bacalarense Alexander Zetina Aguiluz, quien extrañamente está recibiendo refuerzos estructurales que operaron para Carlos Joaquín en la pasada contienda, por lo que se sospecha de un pacto discreto con el gobierno y los partidos oficialistas para mantener su parcela en el décimo municipio a cambio de respaldo legislativo.

La negociación no es descabellada, ya que las tensiones políticas dentro de la coalición PAN-PRD generadas por el reparto de candidaturas han impactado en el Congreso, con el riesgo de que los partidos oficiales pierdan el control de sus propios diputados ante la rebeldía de los grupos de Emiliano Ramos Hernández y Laura Beristain Navarrete.

En ese panorama, los diputados de Nueva Alianza tendrán un mayor peso en las decisiones y mayor margen de maniobra para capitalizar ganancias políticas y económicas a su favor, algo en lo que pueden presumir ser verdaderos maestros, lo que no pueden decir de su trabajo en las aulas que abandonaron desde hace mucho.

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