Frontera explosiva
La débil frontera sur de México con Belice se ha convertido en los últimos meses en el escenario...
La débil frontera sur de México con Belice se ha convertido en los últimos meses en el escenario de ríspidos choques entre contrabandistas “hormiga” y autoridades aduanales, policiacas y militares nacionales y beliceñas, evidenciando un severo problema de corrupción que no ha sido atendido debidamente por los mandos del Sistema de Administración Tributaria (SAT), responsable del control fronterizo.
La raíz del problema es que las autoridades aduanales han tolerado y hasta fomentado el tráfico indiscriminado de productos de la zona libre de Belice a nuestro país, pues las “cuotas” cobradas a los traficantes dejan muy buenos dividendos.
Este cáncer de corrupción no ha sido erradicado a pesar de que en al menos cinco ocasiones el SAT ha “limpiado” la casa cambiando a casi todo el personal, y cesando a otros tantos agentes a los que se les ha comprobado el enriquecimiento ilícito por los sobornos provenientes de la fayuca.
Como consecuencia de esto, los traficantes han crecido en número y en audacia, por lo que se han vuelto un grupo peligroso que comete sus fechorías a plena luz del día y en las narices de las autoridades, sintiéndose intocables por la cadena de corrupción que embarra a todos.
Por ello ha aumentado la tensión en ese punto fronterizo, donde en tan solo un mes ha ocurrido media decena de enfrentamientos directos entre los delincuentes y los encargados de mantener el orden en la frontera.
Este 26 de enero un grupo de fayuqueros mexicanos protagonizó una gresca con varios policías de Belice a los que retaron e insultaron mientras descargaban mercancía ilegal en el puente Chactemal, del lado mexicano. Uno de los agentes de Belice estuvo a punto de responder con su arma de fuego, pero se contuvo cuando le recordaron que estaba fuera de su país.
Este sábado se repitió una escena similar, cuando alrededor de 10 traficantes estuvieron a punto de llegar a los golpes con los aduanales, lo que fue impedido por elementos del Ejército Mexicano instalados en el lugar y agentes de la Policía Federal, quienes también recibieron insultos y retos directos de los delincuentes, a los que afortunadamente no respondieron.
Ambos episodios, grabados en video y que circulan en redes sociales, reclaman la urgente intervención de las autoridades federales y estatales, llamando a cuentas al incompetente administrador de la aduana, Simón Riega Martín, responsable de que este problema se haya desbordado.
Retomar el control de la frontera es prioritario, antes de que la sangre llegue al río Hondo.