Lecciones electorales

Con el tiempo rumbo a las elecciones de 2018 escurriéndose entre las manos...

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Con el tiempo rumbo a las elecciones de 2018 escurriéndose entre las manos, las dirigencias nacionales y locales de los partidos políticos presenciaron una lección para tomar nota en las jornadas del pasado domingo, principalmente en el Estado de México y en Veracruz, donde las circunstancias y resultados fueron muy reveladores.

Para empezar, el apretado triunfo de Alfredo del Mazo Maza en el Estado de México donde hay 11 millones de votantes –con toda la polémica incluida–, dejó clarísimo que al PRI no se le puede dar por muerto en 2018, ni en las elecciones federales, ni en las estatales, donde se disputarán las once alcaldías de Quintana Roo.

El dinosaurio, que en 2016 fue el gran derrotado y quedó malherido en nuestro patio, mostró las fauces al desatar todo su arsenal marrullero para llevarse la elección más importante de las que se realizaron el pasado domingo. Pero en nuestros dominios vaya que ha impactado el factor Roberto Borge, principal tumor del priismo que pretende meterse en la batalla a meses de comenzar.

Pero no es la única lección que dejó el turbio proceso del Estado de México, donde la altísima votación alcanzada por la candidata de Morena, Delfina Gómez, confirmó que el partido de Andrés Manuel López Obrador es, hoy por hoy, el principal rival a vencer en las elecciones venideras.

Sin gran trayectoria y sin ser un fenómeno electoral, la maestra Delfina puso a parir a un PRI que necesitó de sus aliados y de un enorme derroche de recursos económicos para imponerse por un pelo de hormiga.

Morena aprendió que por sí solo es un hueso duro de roer, pero si deja el orgullo de lado para tejer alianzas con otros partidos de izquierda, como el PRD, podría garantizar su victoria en todos los frentes gracias a la enorme figura de López Obrador.

Por su parte, el PAN tuvo una probada de su dolorosa realidad al percatarse que si no van de la mano con el PRD están destinados a un fracaso estrepitoso. Esta hipótesis se validó con la humillante derrota de su candidata solitaria en el Estado de México, Josefina Vázquez Mota, mientras que en Veracruz, donde conservaron su alianza con el Sol Azteca forjada el año pasado, se alzaron con el triunfo en la mayoría de los municipios.

Este panorama no es nada favorecedor para el panismo quintanarroense que tendrá que hacer lo posible para seducir al PRD a fin de conservar su amasiato hasta el próximo año, aunque se podría quedar como novia dejada en el altar si los amarillos reciben un guiño de la Morena de AMLO.

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