Las tormentas que se pronostican para esta temporada de huracanes representan un respiro para los corales. Especialistas señalan que el movimiento de las aguas de mar puede bajar el estrés por blanqueamiento en los arrecifes.

Lorenzo Álvarez Filip, especialista en conservación de corales del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) unidad Puerto Morelos, señaló que con la tormenta tropical Alberto se redujo la temperatura del mar en una zona monitoreada de Puerto Morelos.

La disminución fue de los 30 hasta casi los 28 grados centígrados en la temperatura del mar. El huracán Beryl puede tener un efecto similar ya que fue de categoría dos, y esto sirve para jalar agua desde mar adentro hacia la zona de arrecifes, lo que ayuda a bajar la temperatura del agua y reducir el estrés del coral.

“Históricamente, la temperatura para el mes de mayo debe estar entre 27, llegando a los 28 grados. En mayo ya estaba en 30 grados. La esperanza que algunos tenemos es que estas tormentas (…) estén controlando la temperatura del agua”, dijo.

Álvarez Filip añadió que lo ideal sería recibir más tormentas en el estado con intensidades como la de la tormenta Alberto o el huracán Beryl, que regulen la temperatura del agua, sin que llegue a mayores impactos.

“Si llegan estos eventos que estén refrescando un poco el agua, lo que ojalá se pudiera evitar es una mortalidad masiva de corales”, puntualizó.

El entrevistado resaltó que la temperatura del mar varía en un año de 26 a 30 grados centígrados en el Caribe.

Todavía faltan tres meses de estrés y tormentas, pero depende de la intensidad de los fenómenos el que resulte positivo para los arrecifes.

“Solo cuando son huracanes muy, muy, muy intensos pueden causar daños muy severos”, aclaró.

Cabe señalar que la Organización Meteorológica Mundial (OMM), señaló que para este 2024 se esperan de 17 a 23 ciclones en el Mar Caribe.

“Los huracanes, al romper ciertos corales pueden estar ayudándolos a propagarse. Estos fragmentos que quedan pueden atorarse en algún otro lado del arrecife y empezar a crecer. Aunque uno vea que se rompen, algunos de esos pedazos rotos pueden permanecer vivos, y dar a otro coral”, mencionó.

Según información del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Unam, unidad Puerto Morelos, en el 2023 se registró que la temperatura del mar alcanzó los 34 grados centígrados, durante los días más calurosos del año.

Además, hubo una mortalidad de hasta el 90% en los corales que están más cerca de las costas de Quintana Roo, debido al estrés causado por la temperatura del mar. Y casi el 100% de los corales que estaban a mayores profundidades tuvieron señales de blanqueamiento, pero estos se recuperaron en el invierno.