Guardianes del Santuario del Manatí, sin ayuda para proteger la reserva

Con bicicletas y machetes oxidados, los guardianes enfrentan a los cazadores que amenazan la zona.

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Guardianes de Zona Protegida enfrentan a cazadores furtivos con machetes y en bicicletas. (Foto: Daniel Tejada)
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Los guardianes comunitarios de la reserva estatal Santuario del Manatí Bahía de Chetumal enfrentan con machetes y bicicletas a cazadores furtivos mejor equipados que se transportan en Jeeps y lanchas y podrían estar armados.

Así lo dio a conocer Isidro Carranza Hernández, presidente del Comité, integrado por 10 de estos guardianes, quien explicó que con bicicletas y machetes oxidados, así como mochilas y uniformes rotos, es que realizan su trabajo de combatir la cacería furtiva y la tala ilegal de maderas preciosas en cerca de 270 mil hectáreas que conforman la reserva.

“La última vez que recibimos equipo y aditamento para el cuidado y preservación de esta ANP fue en el 2015. Necesitamos al menos dos vehículos todo terreno, así como radios y equipo de protección para poder realizar un mejor trabajo. Damos el 100%, pero sin el equipamiento adecuado es muy difícil combatir el tráfico de especies”, declaró.

Cabe destacar que dentro del Plan Estatal de Desarrollo 2016-2022, en el eje “Desarrollo Ordenado con Sustentabilidad Ambiental” y en el componente del Programa 28: Medio Ambiente y Sustentabilidad, se estableció el compromiso de consolidar el programa de guardianes comunitarios para proteger la fauna silvestre, documento que fue publicado el 25 de enero de 2017 en el Periódico Oficial del Estado de Quintana Roo, lo que prácticamente lo hace obligatorio y susceptible de recibir financiamiento para su implementación y seguimiento.

Los guardianes comunitarios de esta zona no cuentan con mejoras en sus herramientas de trabajo desde que iniciaron, pese a que de acuerdo con el documento que sustenta su labor, “para realizar sus recorridos terrestres usan bicicletas (proporcionadas por la PPA), motocicletas y camionetas (de uso personal), para los recorridos marinos a falta de embarcación usan en ocasiones cayucos (de uso personal).

De igual manera, se utiliza la cuatrimoto, camionetas y embarcaciones del Ibanqroo (Instituto de Biodiversidad y Áreas Protegidas del Estado de Quintana Roo), y la camioneta de la PPA (Procuraduría de Protección al Ambiente en la entidad)”.

Defensores esperan respuesta de autoridades

Sin embargo, Carranza Hernández detalló que todos los días cada uno maneja en su vieja y a veces destartalada u oxidada bicicleta más de 50 kilómetros para patrullar el área y así inhibir a los cazadores.

“No tenemos la facultad ni los permisos para portar armas, por lo que cada vez que vemos a un cazador tenemos que pedalear hasta  el punto de encuentro para dar el aviso y llamar a las autoridades correspondientes. Es un trabajo peligroso porque los cazadores siempre van en grupo y hasta con armas de fuego, pero sí hemos logrado evitar que acaben con cientos de hectáreas de árboles o se roben animales en peligro de extinción”, comentó.

Añadió que parte de su trabajo es monitorear la zona para comprobar que no se está construyendo algún complejo habitacional, pues las autoridades ambientales tienen prohibido este tipo de infraestructura en esta  Área Natural Protegida.

“Lo hacemos porque tenemos un compromiso con nuestra tierra. Pero si tuviéramos un poco más de ayuda, sería mucho más fácil y seguro este trabajo. Ya solicitamos una reunión con la Procuraduría de Protección Ambiental para gestionar este tema y solo estamos a la espera de una respuesta”, concluyó.

 

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