Alejandra Galicia/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El programa social emblemático del sexenio del exgobernador Roberto Borge Ángulo, “Reciclando basura por alimentos”, tiene anomalías en su ejecución, ya que hasta hoy no se encuentra en qué fue utilizado el dinero de la basura que fue reciclada, incluso no hay registros de que la basura se haya reciclado.

“Ninguno de los dos programas como Basura por alimentos y Brigadas del bienestar los operaban (en Sedesi), y los comprobaban ahí”, mencionó Julián Ricalde Magaña, titular de la Secretaría de Desarrollo Social e Indígena (Sedesi).

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Mencionó que en la revisiones de entrega recepción detectaron que también había proyectos registrados en los documentos, pero que no se ejecutaron, además se realizaron compras de pintura roja y verde para espacios públicos para los programas de “Brigadas del bienestar” que fueron consideradas por la actual administración como inadecuadas para el combate a la pobreza. 

El titular de la dependencia agregó que todas las anomalías encontradas fueron notificadas a la Secretaría de la Gestión Pública (SGP). 

“La basura la documentaron con entrada al relleno sanitario, al menos una parte de la que nosotros hemos tenido acceso, la mandaron al relleno y eso implicaría un costo adicional, porque el relleno está concesionado y hay un costo por kilo de basura, es decir, no se habría reciclado, entonces el programa que se llamaba “Reciclando basura por alimentos”, tampoco cumplía su cometido, era un programa de carácter invasivo y mediático”, dijo el titular de la Sedesi.

En Cancún por jornada de recolección de basura se alcanzaba entre cuatro y cinco toneladas por zona visitada al día, sin embargo, en los mismos boletines que emitía el Gobierno del Estado cuando Roberto Borge Angulo gobernaba, lograban recolectar hasta 103 toneladas entre Cancún y Playa del Carmen en un solo día.

“Reciclando basura por alimentos” era un programa social, la intención era fomentar la protección al medio ambiente y el reciclaje, además estaban enmarcados en el eje Verde del Plan Quintana Roo 2011-2016 comandado por el exgobernador.

El proceso estaba dirigido a personas de escasos recursos, los interesados en participar recolectaban botellas de plástico, aluminios, cartón, metales y hasta llantas, los deshechos los intercambiaban por “Beto bonos” de acuerdo al peso que recolectaban y ya con los bonos podían acceder a alimentos de la canasta básica, como aceite, arroz, frijol, jabón, leche, papel, enlatados, sopas, harina para tortillas, frutas y verduras que eran vendidos en el mercado del Bienestar, en el mismo lugar.