Idaipqroo da el mal ejemplo
Aunque el Idaipqroo fue creado para garantizar el acceso a la información gubernamental, no es más que un celoso guardián...
Con insultante cinismo, los consejeros del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de Quintana Roo (Idaipqroo) han creado en ese organismo una cultura de opacidad y de negación al derecho ciudadano de recibir información pública, violando sus propios principios legales y evidenciando la inutilidad de preservar a ese costoso elefante blanco de la burocracia.
Aunque el Idaipqroo fue creado para garantizar el acceso a la información gubernamental, no es más que un celoso guardián dedicado a obstaculizar que la información delicada llegue a los quintanarroenses. Y los males del fallido instituto empiezan en su propia dependencia, donde las negativas a solicitudes de información son absurdas.
Para evidenciar la doble moral de los Consejeros de la falsa transparencia, hicimos una solicitud de información pidiendo al Idaipqroo dar a conocer la nómina detallada del instituto, desglosando bonos especiales, viáticos y las demás apetitosas prestaciones de las que gozan.
La solicitud de información fue hecha desde el 22 de febrero a través del portal Infomex Quintana Roo, la plataforma digital única para pedir información a todos los sujetos obligados.
Según la Ley que los Consejeros electorales dicen vigilar al menos en el discurso, el Idaipqroo contaba con 10 días hábiles para entregar la información requerida, o en su defecto cinco días hábiles para rechazarla y un máximo de siete días para pedir una ampliación del término del procedimiento.
Pero el ex instituto de transparencia pisoteó su propósito y no entregar la información en el plazo estipulado que venció este miércoles. Cabe señalar que no rechazó la solicitud ni pidió una ampliación de tiempo, ignorando simplemente la petición.
¿Con qué cara el fantasmal presidente del Idaipqroo, Orlando Espinosa Rodríguez, y su par de consejeros comparsa, firman convenios con universidades y dependencias para promover la cultura de la transparencia si los cristales de su casa están llenos de telarañas de incompetente opacidad? ¿Cómo podrán los Consejeros exhortar a otros sujetos obligados a cumplir con la Ley cuando ellos la usan como papel sanitario?
A pesar de su despropósito fueron premiados por la actual Legislatura con un sustancial aumento presupuestal para el 2017 en el que derrocharán 43 millones 500 mil pesos en quien sabe qué, porque esa delicada información la tienen bajo resguardo, lejos de los curiosos ojos del pueblo.