INAH rescata escultura arqueológica de Chac Mool en Michoacán
El Instituto realizará análisis adicionales, para valorar su estado de conservación.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encontró de manera fortuita una importante escultura arqueológica de Chac Mool, durante una obra de construcción en Pátzcuaro, Michoacán, llevada a cabo el miércoles 30 de agosto de este año.
De acuerdo con informes del INAH, la escultura mide 90 centímetros de largo y 80 de alto, y tras un estudio detallado, fue fechada inicialmente hacia el periodo Posclásico Tardío (1350-1521 d.C.)
Tras su descubrimiento, el Chac Mool fue extraído y resguardo en el INAH, donde especialistas se dedicarán a realizar análisis adicionales para valorar a fondo su estado de conservación.
El arqueólogo e investigador adscrito al Centro INAH Michoacán, José Luis Punzo Díaz, destacó que la impresionante pieza es la primera en descubrirse en la región de Pátzcuaro.
Este hallazgo es intrigante ya que no es común encontrar creaciones artísticas precolombinas de estas dimensiones en la región occidental de México.
En respuesta a este descubrimiento, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Centro INAH Michoacán, ha iniciado un proyecto de rescate arqueológico, con el objetivo de ampliar las investigaciones en las áreas cercanas a la escultura, ya que hasta el momento no se han encontrado materiales arqueológicos asociados a ella.
Chacmool
Punzo Díaz explica que estas imágenes, conocidas como Chac Mool, eran mesas utilizadas en rituales durante la época prehispánica y se especula que se utilizaban en ceremonias de sacrificio y ofrenda.
Estas esculturas representan a personajes masculinos recostados sobre sus espaldas, con sus cabezas erguidas hacia un costado.
Se tiene conocimiento de otras tres piezas conocidas, tales como los Chac Mool de Ihuatzio, encontradas durante una excavación en el año de 1908.
La primera de ellas se encuentra exhibida en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Mientras que las otras dos fueron ubicadas en el Museo Regional Michoacano, por Alfonso Caso y Jorge Acosta en 1938.
Además se han encontrado otras en diversas partes del área mesoamericana, como en Tula, Hidalgo, Chichén Itzá, Yucatán y en el Templo Mayor, en Ciudad de México.
(Con información de INAH Michoacán)
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