Anselmo Huchín/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El uso de tecnología en residencias y negocios, aunque se limita a las condiciones económicas del usuario, es una necesidad que ya nos alcanzó. Juan Manuel Peraza Peraza, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) admitió que la tecnología aplicada en “casas inteligentes” todavía queda fuera del alcance de muchos empresarios.

Los costos de entrada son elevados todavía y frena su adopción, aun cuando persiste el interés empresarial, que es mayor a la demanda de vivienda con estas características, indicó Peraza Peraza

Al asumir que el uso residencial de la tecnología no se generaliza aún, el presidente de Coparmex ve que sólo en algunos giros específicos, los empresarios recurren a ella.  “Es cierto que hacia allá vamos, pero todavía es algo fuera del alcance y más en materia de vivienda, donde pareciera que estamos rezagados”, dijo. 

Para el empresario, el interés entre los miembros de la Confederación es creciente, sobre todo en la demanda de viviendas o casas inteligentes, misma que se limita a quienes cuentan con los recursos económicos para adquirirlas. En las viviendas de interés social, que son las más recurrentes, sólo algunos conceptos considerados “ecológicos” se incluyen.

Sin apoyos 

“De hecho, por ningún lado existe financiamiento para el uso de estos avances tecnológicos; lo que conocemos hasta ahora, son las lámparas y refrigeradores ahorradores que financia la Comisión Federal de Electricidad (CFE) e incluso el tema de los aerogeneradores y paneles solares para que cada quien genere la energía que consume, son temas que gradualmente van aterrizando, pero que hasta ahora se limitan al dinero de cada persona”.

En la medida que el uso de la tecnología se vaya haciendo común y que puedan abaratarse costos, la adopción en los negocios y las viviendas se hará del interés de la población, explicó.

Peraza Peraza hizo hincapié en los empresarios que de acuerdo al giro de sus negocios, han realizado modificaciones y adaptado tecnología a sus estructuras. “El problema al que nos enfrentamos empresarios y ciudadanos son los elevados costos de la tecnología; pero llegará el momento en que se haga común y podamos tener acceso para adoptarla en la medida de nuestras posibilidades”, concluyó.