Un total de cuatro mil 767 hectáreas de vegetación, principalmente en Lázaro Cárdenas, fueron consumidas por el fuego, según el cierre preliminar de la temporada de incendios 2023.

Las autoridades aseguran que ningún metro cuadrado de estas áreas se les cambiará el uso de suelo.

Javier May Chan, enlace de Incendios de la Comisión Nacional Forestal en Quintana Roo, mencionó que estos terrenos están protegidos para que no se construya ningún desarrollo en esta zona, en al menos los próximos 20 años.

Esto debido a una declaratoria de veda de las tierras afectadas por incendios, señalada en el Diario Oficial de la Federación. También se establece que las autoridades correspondientes deben trabajar en la recuperación de la selva perdida.

“Ya no es como antes, que se podía quemar la selva en zonas de alta plusvalía o donde pretendían edificar desarrollos inmobiliarios y comerciales. Ahora las leyes son mucho más estrictas sobre los cambios de uso de suelo en esta situación, precisamente para evitar que sigan sucediendo estos casos”, puntualizó.

Hasta el pasado 4 de junio, el reporte oficial es de cuatro mil 767 hectáreas siniestradas. La cifra representa una baja del 36% comparada con los números del año pasado cuando se quemaron siete mil 502 hectáreas.

“Este año gracias a los trabajos de prevención se logró que la superficie afectada sea menos de la mitad de las del año pasado”, comentó.

El último incendio que se reportó y que ya quedó liquidado es uno en Felipe Carrillo Puerto, con una superficie aproximada de 70 hectáreas. Junto con otro de 2 hectáreas, ese municipio registró la menor cantidad de afectación de los 9 municipios que presentaron incendios.

May Chan señaló que con la llegada de la temporada de lluvias y las primeras precipitaciones pluviales registradas, ya existe mayor humedad en el macizo forestal del estado, por lo cual el periodo crítico ha concluido, aunque aclaró que con excepción de algunas zonas de sabana todavía podrían presentarse algún fuego.