“Ahora sí se las va a cargar la chingada, pinches viejas”: inédita página de violencia en la historia de Cancún

Le represión a manos de los policías de Mando Único empaña el 50 aniversario de la fundación de la ciudad.

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(Paola Chiomante)
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Los episodios violentos registrados ayer lunes 9 de noviembre en la explanada del Palacio Municipal son inéditos en Cancún, tanto por la fuerza de las protestas como por la represión con la que respondieron los elementos del Mando Único que encabeza Alberto Capella Ibarra.

Tras la indignación por tres feminicidios ocurridos el pasado fin de semana -dos en Cancún y uno en José María Morelos- los colectivos de mujeres en Quintana Roo convocaron a manifestaciones simultáneas en las sedes de la Fiscalía General del Estado (FGE) para exigir justicia para las víctimas.

En Cancún el contingente se reunió desde las 16 horas en el kilómetro cero para avanzar hacia la sede de la Fiscalía, ubicada sobre la avenida Xcaret. Ya con alrededor de 400 personas reunidas, una de las manifestantes tomó el megáfono y pidió silencio a los presentes, para continuar con la entonación del himno feminista “Canción sin miedo”, de la cantautora Vivir Quintana.

Al terminar, un grupo de jóvenes (todos hombres) comenzaron a golpear un teléfono público que se encontraba frente a la Fiscalía. Prosiguió una joven que comenzó a romper las letras de la sede, apoyada después por los mismos hombres encapuchados, quienes momentos después prendieron fuego a algunas pancartas.

Todo se descontroló frente al palacio municipal de Cancún

Ese momento marcó el inicio de los disturbios en las inmediaciones de la Fiscalía Estatal, sin la intervención de las fuerzas de seguridad. Golpes a la puerta con piedras y vallas, señalizaciones tiradas, paredes con pintas, fuego, fueron algunas de las muestras de protesta.

(Paola Chiomante)

Transcurridas dos horas de disturbios, algunos de los participantes tomaron iniciativa para continuar la movilización en las inmediaciones del Palacio Municipal, acción que fue seguida por la mayoría de los manifestantes.

Al llegar al Palacio los cristales de las ventanas exteriores fueron el primer blanco. Con piedras, palos e incluso un carrito de súper robado de la tienda Chedraui, el mismo grupo de hombres destrozó cada uno de los ventanales. Uno de ellos ingresó a una de las oficinas y arrojó decenas de documentos a la calle, los cuales fueron recogidos para prender el fuego en la entrada principal, donde fueron colocadas estructuras de madera para impedir el acceso.

(Paola Chiomante)

Los disparos contra las manifestantes duraron alrededor de 3 minutos

A los 15 minutos de destrozos y una protesta salida de control, la policía adscrita al mando único, que estaba ausente de la protesta, salió por el costado izquierdo desde la parte trasera del edificio y comenzaron los tiros al aire.

“Ahora sí se las va a cargar la chingada, pinches viejas”, soltó uno de los elementos instantes previos a los disparos.

Con el uso de armas largas como rifles o metralletas y de armas cortas como pistolas de nueve milímetros; la policía hizo disparos continuos al aire por alrededor de tres minutos, lo cual movilizó al contingente hacia la avenida Tulum -cuyos extremos ya estaban rodeados por patrullas, y  hacia el parque Las Palapas.

(Paola Chiomante)

Los que no alcanzaron a huir fueron golpeados con macanas y detenidos para su traslado a la Fiscalía General del Estado.

La Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo, cuyo personal también estuvo al momento del tiroteo, reportó la detención de ocho personas que fueron liberadas horas después.

Una de las mujeres detenidas, integrante del colectivo Defensoras Digitales, sufrió una herida de bala, por lo que tuvo que ser intervenida en el Hospital General de Cancún.

Unos 10 minutos después, parte de los inconformes regresaron al sitio para buscar a sus acompañantes, ya con una barrera de elementos de la Guardia Nacional frente al edificio.

En la plaza pública un grupo de mujeres reclamaron a los policías sus acciones. “Y si fuera tu hija”, les gritaban. Un hombre que acudió a buscar a su sobrina intentó mediar la confrontación verbal, pero terminó siendo amenazado de muerte por un elemento de seguridad. “Te voy a tronar cuando te vuelva a ver”, le dijo, según contó a Novedades. 

 

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