A partir de agosto, el kilo de carne de res sufrirá un incremento de 25%, al pasar de 200 a 250 pesos, informaron locatarios del Mercado Municipal Benito Juárez de Cozumel. Wilber Alberto Álvarez Villanueva, líder de los tablajeros en la isla, argumentó que la inflación ha incrementado el costo de los fletes, por lo que ya no es posible seguir absorbiendo esos costos por más tiempo.

Lo anterior, sin contar con que los supermercados ofrecen precios menores y compiten en desventaja con estas empresas, quienes pueden comprar carne en grandes cantidades y mantener bajos costos.

Manuel Gurigutia Barrientos, representante de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en el municipio, dijo que si bien conoce las intenciones de los carniceros de aumentar los precios, hasta el momento no ha recibido de manera formal la notificación de dicho incremento. “Tienen que justificar el aumento de precios”, puntualizó.

Isleños bajan su consumo de carne 

La escalada de precios en Cozumel sigue rampante, y ahora tocó el turno a la carne de res, cuya demanda ha bajado en el último año entre un 30 y un 40%, pues para muchas familias consumir solo un kilo del producto por día implica destinar 200 pesos del presupuesto, lo que es materialmente imposible para quienes perciben un salario mínimo de 172.87 pesos.

¡Inflación golpea a Cozumel! Carne de res costará 25% más cara [Foto: Gustavo Villegas]

Carne de cerdo también subirá de precio 

Durante un recorrido por el centro de abasto de alimentos, frutas y verduras, los locatarios también anunciaron que el precio de la carne de cerdo se incrementará, ya que pasará de 130 a 150 pesos. El kilo de pollo, que actualmente cuesta 70 pesos, se mantendrá por el momento.

Un sondeo realizado entre clientes del Mercado Municipal Benito Juárez arrojó luz sobre la baja en el consumo de estos alimentos. Teresa Paredes, ama de casa, madre de dos hijos, recordó que desde 2020 pasaron de consumir carne hasta cinco días por semana a solo dos días, en el mejor de los casos.

José Alcántara, buzo de profesión, mostró su preocupación porque con su sueldo apenas le alcanzará para mantener a su familia, que ahora deberá comer menos carne ante la pérdida de su poder adquisitivo.