Adrián Barreto/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Con la entrada en vigor de la nueva Ley de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad que sustituirá a las leyes estatales en la materia las autoridades esperan que disminuya el ingreso de droga, teléfonos y armas “hechizas” a las cárceles de Quintana Roo, a través del incremento de las penas para los custodios que actúen en contubernio con reos y sus familiares, como suponen las autoridades.

“La nueva ley señala penas mucho más severas para el personal que incurra en estas situaciones (…) estamos seguros que hay contubernio entre los elementos de custodia y los propios internos, eso es seguro, pero demostrarlo es lo complicado”, dijo Juan Pedro Mercader Rodríguez, secretario de Seguridad Pública.

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Dicha ley se encuentra en discusión en el Congreso de la Unión, donde entraron en un periodo de receso a partir de este fin de semana, pero se espera que salga en la comisión permanente o en el próximo periodo de sesiones.

Para el funcionario estatal, este fenómeno ha sido cada vez más preocupante por la incidencia que se tiene.

“Tenemos un problema de relajamiento de medidas penitenciaras (…)  es preocupante que cada vez que hacemos una revisión de centros penitenciarios nos encontramos droga, teléfonos, aditamentos metálicos que sirven como puntas, cuchillo y machetes hechizos, eso sí es preocupante, hemos tomado medidas y la que está a mi alcance es hacer más operativos en los centros penitenciarios”, declaró.

Agregó que se ha girado la instrucción de que si un custodio es detectado en flagrancia para permitir el paso de esos objetos o sustancias, será presentado al Ministerio Público, y aun cuando se tenga solamente una investigación que presuma una conducta irregular será sometido a un proceso en asuntos internos que pudiera llegar hasta retirarlo de la corporación.

Cuestionado sobre si esa relajación de revisiones ocurre en los filtros, Mercader Rodríguez dijo “no puedo confirmar”, pero una de las limitantes con las que se encuentran es el personal o el equipamiento de rayos X. 

“En la cárcel de Benito Juárez ingresan alrededor de mil 500 personas de visita, evidentemente revisar a todos es una tarea titánica, y sobre todo porque hay que balancear el cuidado de los derechos humanos de los familiares. Seguramente hay gente que mete en sus partes íntimas, en la ropa de los bebés este tipo de cosas o en la misma comida”, dijo.