La Agencia de Proyectos Estratégicos de Quintana Roo (Agepro) inició el procedimiento de preinversión Tren Ligero que conectará la zona hotelera de Cancún con el centro de la ciudad y el Aeropuerto Internacional; un proyecto que requiere una inversión privada de 32 mil 900 millones.

El Sistema de Transporte Ligero Urbano Turístico recorrerá 47 kilómetros desde el Aeropuerto Internacional de Cancún, con 33 kilómetros elevados por todo el Bulevar Kukulkán y 14 kilómetros a nivel de suelo por la avenida Tulum y Universidades, hasta llegar de nueva cuenta al Aeropuerto, donde se instalará la base de operación y cochera de resguardo para los trenes.

El proyecto que prevé cubrir una demanda de 68 mil 800 pasajeros diariamente, contará con un total de 31 estaciones, de las cuales dos serán “multimodal”, es decir, que brindan interconexión con otros transportes públicos o privados.

De acuerdo con la descripción de la obra, el Tren Ligero se encuentra dentro de la cartera de proyectos del Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Benito Juárez 2018-2030, y las vialidades que lo conforman se establecen dentro del Sistema Integrado del Servicio Público de Transporte Urbano de Pasajeros en Autobuses en Ruta Establecida.

Asimismo, expone que el proyecto forma parte de una estrategia integral que promueve el Gobierno de Quintana Roo, con el propósito de alimentar y complementar al Tren Maya impulsado por el Gobierno de la República.

“El proyecto pretende integrar y generar las condiciones para lograr el cambio modal de los usuarios del transporte privado al transporte público, generar una alternativa que aporte un servicio eficiente, con menores tiempos de traslado a costo competitivo mediante un circuito de transporte masivo”, indica la Agepro.

Al igual que en el Tren Maya, se propone un sistema de tarifas diferenciadas para los trabajadores, usuarios locales y turistas.

Para el diseño, construcción, equipamiento, operación, administración y mantenimiento del Tren Ligero se utilizará el modelo de inversión “Greenfield”, un tipo de Inversión Extranjera Directa (IED) donde un inversionista no residente en el país construye desde cero las instalaciones para la puesta en operación de un proyecto, según la definición de la consultora Analytica.

Para ello se llevará a cabo una licitación pública internacional, de la que surgirá un contrato de Asociación Público-Privada Estatal por 30 años. La fuente de pago serán las tarifas que pagarán los usuarios de dicho transporte.

El proyecto se abrió a la fase de preinversión y se espera que en este segundo semestre de 2020 se publique la convocatoria y se abra el registro de inversiones. Según las proyecciones, será en el primer trimestre de 2021 cuando se determine el fallo de la licitación y se firme el contrato, para comenzar la etapa de construcción en el tercer trimestre del mismo año.

Se espera que las obras queden concluidas en un año y sea a finales de 2022 cuando arranque operaciones, fecha también estimada para la conclusión de los trabajos de la primera etapa del Tren Maya.