Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Nueve estructuras de concreto fueron colocados al interior del mar en las inmediaciones de la playa El Rocodo, con la intención de colocar la red antisargazo, proyecto que lleva a cabo la iniciativa privada con el fin de contrarrestar el recale de esa alga.

De acuerdo con José Gómez Burgos, secretario de la cooperativa turística del Mar Caribe, organización que se encargó de colocarlos, sería antes de que concluya este mes cuando podría quedar listo.

La colocación de estas estructuras sucedió la tarde del pasado jueves y fue con ayuda de las embarcaciones de dicha cooperativa; se prevé la red abarque desde la playa de la calle 12 y hasta El Recodo que se sitúa a un lado del hotel Porto Real. 

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“Es una malla suspendida a mediana profundidad. Se ha tardado muchos meses en concluir este proyecto, pues han tenido dificultades en las autorizaciones para poder efectuar una obra de este tipo. Tuvieron también dificultades en la coordinación, no todos los empresarios de la zona querían meterle”, sostuvo José Gómez Burgos. 

Aunque por el momento no hay una gran cantidad de recale del alga como sucedió el año pasado, de esta manera buscarán prevenir una llegada masiva del alga que a su vez ha empañado  la imagen del destino. 

Fue cerca de la pasada Semana Santa cuando se comenzaron a colocar las primeras estructuras, las cuales igualmente se coordinaron con los pescadores de las cooperativas pesqueras.

Material sintético

“Es un material sintético, tiene unicel en el centro y la malla que lo acompaña es como plástico”, explicó el entrevistado acerca de la red antisargazo. 

En  la parte norte de la playa El Recodo ya se colocó una infraestructura similar, la cual fue  por parte del hotel Porto Real, según se informó en su momento. 

Gómez Burgos confió que al haber poco impacto a la zona marina del material que se colocará, esto remediará en gran medida el recale del alga, el cual de acuerdo con observaciones de los mismos pescadores, ya les ha ocasionado quejas entre los turistas, principalmente por el mal olor que provoca al descomponerse.