Inseguridad y turismo

Minimizando la enorme preocupación de empresarios turísticos de los principales destinos quintanarroenses...

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Minimizando la enorme preocupación de empresarios turísticos de los principales destinos quintanarroenses –temen con justa razón que el clima de inseguridad de Quintana Roo termine por ahuyentar a los visitantes–, la titular de Turismo en el estado, Marisol Vanegas Pérez, afirmó que los delitos de alto impacto que han colocado a la entidad en la zona roja del semáforo delictivo nacional en nada han afectado al sector, y que incluso hubo un incremento en la afluencia de turistas.

Y Marisol Vanegas no miente, pues las estadísticas indican que a pesar de que el principal polo turístico de la entidad –Cancún– se ha teñido de rojo con una trágica cifra de 82 ejecuciones en lo que va del año, el turismo internacional mantiene su preferencia por este destino y la Riviera Maya.

Pero el crecimiento de la violencia es innegable, convirtiéndose en una amenaza real para el turismo –la base de la economía estatal–, y por ese motivo empresarios e inversionistas insisten en presionar al gobierno estatal y federal para garantizar la seguridad de la población en general.

Porque la delincuencia ha hecho nido en Cancún, Playa del Carmen y Cozumel –los tres polos turísticos de mayor importancia–, donde operan con toda libertad superando la capacidad de reacción de las corporaciones policiacas.

En Cancún, en siete meses se rebasó por veinte el total de ejecuciones registradas el año pasado y se encamina para romper el récord histórico de homicidios, mientras en Playa del Carmen y Cozumel las extorsiones, los asaltos en zonas céntricas y los robos a negocios y casa habitación se han disparado en los últimos meses.

Esta estadística negra mantiene a Quintana Roo entre los estados más asolados por la delincuencia en el Semáforo Delictivo Nacional, ubicándose entre los cinco estados más violentos del país en 2017, por increíble que parezca arriba de entidades como Sinaloa y Tamaulipas.

Hasta el momento las estrategias de seguridad coordinadas en las que participan los tres niveles de gobierno han sido infructuosas, lo que no hace sino crecer la incertidumbre y desesperación de los quintanarroenses.

En reacción a esto, el gobernador Carlos Joaquín anunció esta semana que se está trabajando en un nuevo plan de seguridad para los municipios turísticos y que será implementado con urgencia, pues lo que está en juego es la estabilidad económica y social de la entidad, y con eso no se juega.

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