Morena es la opción más atractiva para los priistas que abandonan su partido, olfateando condiciones adversas para la captura de candidaturas en el proceso federal y local de 2018. El partido de Andrés Manuel López Obrador es una tierra disponible para la conquista, como lo comprobó su ex candidato a la gubernatura, José Luis Pech Várguez.

Las características del novedoso proceso en puerta le otorgan a Morena un poderío envidiable que disfrutó el PRD en los comicios federales de 2006 y 2012, cuando López Obrador fue su candidato presidencial. Pero los perredistas ya no cuentan con ese liderazgo que fortalece candidaturas y es capaz de hacer milagros electorales, por lo que no debe sorprendernos su colapso.

Morena ya tiene en sus filas a un peso completo fortalecido en Chetumal: Eduardo Ovando Martínez. Otros priistas han desertado y es muy probable que ingresen a Morena persiguiendo candidaturas, como Efraín Taleno Canul y Juan Manuel Herrera, muy ligados al ex Senador priista Eduardo Ovando. Tales renuncias debilitan más a un partido Tricolor que sigue besando la lona desde que entregó la gubernatura.

Corresponde a los mandos locales de Morena aportar figuras ajenas al PRI para no convertir a su partido en un albergue de ex priistas que llegan por la puerta grande reclamando candidaturas en un desierto, ya que el partido de Andrés Manuel no cuenta con valores genuinos con capacidad para competir, lo que explica su tibio papel en el Congreso del Estado y en municipios como el capitalino.

Andrés Manuel López Obrador es un huracán que se perfila como vencedor en Quintana Roo, y será capaz de llevar al triunfo a la fórmula del Senado que será encabezada por José Luis Pech y quizá a tres de los cuatro diputados federales, con la condición de que no sean lanzados candidatos desconocidos.

Pero además Morena puede conquistar al menos seis de las 11 alcaldías, pero es indispensable la aportación de los candidatos para que no dependan por completo del Peje Obrador.

Y si el diputado federal José Luis “Chanito” Toledo renuncia al PRI y es candidato de Morena a la alcaldía de Solidaridad (Playa del Carmen), tiene el triunfo en sus manos.