Jornada de periodistas

Nuestro gremio hace en estos días una pausa –sin descuidar un trabajo abundante y a menudo fascinante...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Nuestro gremio hace en estos días una pausa –sin descuidar un trabajo abundante y a menudo fascinante– para festejar eso que llamamos libertad de expresión, eficaz excusa para conversar y resucitar anécdotas, intercambiando impresiones con políticos y burócratas encumbrados.

El gobernador Carlos Joaquín González inauguró ayer la ceremonia invitando un desayuno en Cancún, zona estratégica para concentrar a los colegas del resto de los municipios norteños. El próximo lunes obsequiará una comida en el Centro Social Bellavista de Chetumal.

Independientemente de la polémica que lo acompaña, el siete de junio tuvo un sabor novedoso en Chetumal porque un grupo de periodistas encabezados por Rafael Briceño Chablé organizó un desayuno en las cercanías de Palacio de Gobierno, con algo inusual en nuestro gremio: los periodistas organizaron todo y en la invitación se nos advirtió que tendríamos que pagar el consumo.

La saludable convocatoria fue un éxito y los de la idea se atrevieron a entregarnos un puñado de galardones, iniciando emotivamente con nuestro enorme profesor ausente Alberto Aguilar Noble, cuyo hijo recibió el premio tan merecido.

Este viernes nueve a partir de las dos de la tarde la cita es en El Camarote de Chetumal, donde tendremos un festejo que zarpó hace 28 años con el ímpetu de amigos como Rubén Vizcaíno Aguilar –certeramente galardonado ayer por periodistas–  y Felipe Hernández García, persistentes impulsores de una tradición que concentra a la familia periodística del sur, con algunos invitados de otros municipios.

Todo lo necesario para la gratísima convivencia –con brotes de nostalgia por quienes se han marchado en definitiva– es aportado por compañeros y ocasionales patrocinadores; la invitación es abierta para todos los periodistas que manifestamos nuestra unidad con el ingrediente principal: la amistad inalterable.

La libertad de expresión –llevada al límite por el gobernador Carlos Joaquín González– la disfrutamos los periodistas de oficio a rienda suelta, pero la convivencia en armonía es lo más destacable en estos encuentros fraternos del siete de junio, una satanizada fecha que se resiste a morir.

Lo más leído

skeleton





skeleton