Los jóvenes de entre 16 a 27 años de edad son los principales consumidores de la droga cristal en Cancún, casos causados principalmente por vivencias dolorosas que estuvieron mucho tiempo sin atender.

Según información del Instituto Municipal contra las Adicciones (Imca), en el 2023 se registraron a 33 personas atendidas por consumo de la droga cristal en Benito Juárez, de las que seis eran menores de edad de entre 16 y 17 años; otros nueve estaban entre los 18 y los 22 años, y seis más de los 23 a 27 años. El resto fueron personas de 28 a 44 años de edad.

Francisco Boneta Hurtado, comisionado estatal de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), explicó que el factor más común que detona el consumo en jóvenes son experiencias dolorosas que nunca fueron atendidas. De modo que en las sustancias los jóvenes buscan una salida al dolor emocional.

“Cuando alguno sufre algún tipo de dolor aún físico o emocional, el cuerpo reacciona. Y esas necesidades de otro tipo de comportamiento en el organismo, hace buscar un cigarro, hace buscar una copa de alcohol, hace buscar en una fiesta o lo hace buscar en una partida de juego de póker”, explicó.

Pero, el entrevistado aclaró que estas puertas falsas para llenar el vacío no producen las sustancias que necesita el organismo para sanar.

Cabe señalar que el Imca es uno de los que brindan primera atención a los actuales consumidores de cristal.

Pero según información de la Conasama, cuando se reciben casos de personas adictas al cristal, son canalizados con instancias de salud facultadas para tratar estas situaciones, como los Centros de Integración Juvenil en Quintana Roo (CIJ), o el Centro Comunitario de Salud Mental y Adicciones (Uneme-Cecosama).

Todos los centros de atención deben estar acreditados por la Conasama o por organismos estatales, lo que comprueba que son sitios que cumplen todas las normas de dar este servicio  médico.

Por otra parte, Boneta Hurtado mencionó prácticas que pueden generar sustancias favorables para el organismo para atender una dolencia, pueden ser medicina, música, artes o deporte.

“Las anfetaminas y los químicos y las drogas de diseño sí están afectan do más fuertemente a la población, porque es más fácil su manufactura de manera arbitraria y de manera legal. La mejor vacuna es prevención e información”, comentó.

Asimismo, las estrategias contra las drogas en la escuela, y la concienciación en los hogares son líneas a seguir para disminuir esta incidencia.