Jóvenes creadores deben aprender a comercializar sus productos
Intentan dar visibilidad al talento del sureste mexicano y, al mismo tiempo, concientizar y eliminar el incorrecto estereotipo de "de los aplausos no se vive".
Las nuevas generaciones están adoptando la idea de que los creadores de arte no viven ni comen del aplauso, sino que deben convertirse en empresarios y comercializar sus obras.
En el marco de la entrega de los premios al arte y la cultura Sasil 2025, se inauguró la tercera edición de la exposición Sureste Creativo: Diseño y Creatividad.
En esta ocasión, las obras que forman parte de la muestra corresponden a categorías que aún no están dentro de los premios. Sin embargo, con la evolución de este evento, se busca incorporarlas para dar oportunidad a nuevos creativos.
Itzel Pixie Delgado, promotora cultural e integrante del comité organizador, indicó que entre las nuevas expresiones están Arte digital, Diseño gráfico, Arte textil y Tipografía, las cuales se espera que sean reconocidas en futuras ediciones.
"Es un parteaguas para nosotros, ya que también se tendrá la participación de la galería Bvreva, que posteriormente será sede de otras exposiciones durante 2025", comentó.
Explicó que la intención es dar visibilidad al talento del sureste mexicano y, al mismo tiempo, concientizar sobre la importancia de que el arte forme parte de un emprendimiento, pues "de los aplausos no se vive".
"Se debe dar valor a las obras de los artistas y que la gente reconozca que es un trabajo profesional con un costo, por lo que es necesario pagar y cobrar por estos servicios", añadió.
En esta muestra participan ocho creativos, entre ellos Omar Barquet (Chetumal), César Moreno (Puerto Morelos) y Tania Amaro (Cancún), quienes han llevado su arte al nivel empresarial y sirven como ejemplo para los jóvenes que desean vivir de su talento.
Por ello, se suma una categoría universitaria en colaboración con la Universidad Gestalt del Diseño y la Universidad Anáhuac Cancún, fomentando la participación de jóvenes talentos en diseño gráfico y multimedia.
La curaduría estuvo a cargo del CCCAQR, reafirmando el compromiso con el crecimiento de la comunidad creativa y la generación de nuevos espacios de exhibición para el talento local.