Alejandra Galicia/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Nerviosismo, aceleración del ritmo cardíaco y miedo provocan los sonidos explosivo de los juegos pirotécnicos también conocidos como “bombitas” en perros y gatos.

Andrea Gatica Álvarez es amante de los animales y tiene a su cuidado seis perros, dos de ellos que rescató de las calles. En temporada decembrina sus canes sufren con el estallido de las “bombitas” en las calles, debido a que cada hora revientan en las afueras de su domicilio y aumenta los estallidos después de las 19 horas. La joven explicó que sus seis perros al escuchar sonidos explosivos buscan lugares para esconderse dentro de la casa y en ocasiones por intentar escapar tiran algunos utensilios, rasgan los muebles y puertas con el fin de protegerse, ladran, se paralizan del miedo y con sonidos más resonantes se orinan. Andrea protege a sus perros por las noches encerrándolos en la parte trasera de su casa con el objetivo de no afectar la salud de sus canes.

Miguel Escobedo Gracia Medrano, veterinario del Centro de Atención Canina (CAC) de Benito Juárez mencionó que los sonidos explosivos de los juegos pirotécnicos producen cambios en la conducta del can y lo expresan físicamente con nerviosismo, miedo, aceleración del ritmo cardíaco y en ocasiones pierden el sentido de ubicación por el resonante sonido.

El especialista destacó que con los sonidos explosivos no existe la posibilidad de producir sordera; los altera provocando que huyan del lugar y derivar en accidentes como atropellos, lesiones musculares y fracturas.

El veterinario del CAC recomendó proteger a sus mascotas y en caso de que el animal sufra una crisis nerviosa colocar cantidades pequeñas de algodón en sus oídos y utilizar calmantes bajo la administración y control de un médico veterinario con el fin de evitar una sobredosis.

La directora del CAC, Mariana Cardos Fuentes comentó que el uso de juegos pirotécnicos pone en peligro al usuario y exhortó a la ciudadanía a prevenir accidentes y proteger a los animales dentro del domicilio.