El Proceso Electoral 2018 representa un reto mayúsculo para las instituciones involucradas en la organización: el Instituto Nacional Electoral (INE) y los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE’s). El pasado lunes de manera oficial arrancó este proceso electoral con la publicación de los requisitos para quienes quieran participar como candidatos independientes. Un punto que debemos de tener en cuanta es el hartazgo colectivo que existe de la población para las campañas políticas, desazón y falta de credibilidad en las instituciones públicas y el descontento sobre el mal ejercicio público de las autoridades que priva no solo en la entidad, sino en todo el país.

Lo cierto es que la reforma electoral que se trabaja desde el poder legislativo requiere de una armonización exhaustiva que garantice la reforma electoral rumbo al proceso electoral 2018. Por ejemplo en los temas de reelección, paridad de género y candidaturas independientes se tiene que regular y fortalecer los mecanismos procedimentales que le permitan a la ciudadanía tomar decisiones que realmente garanticen su voto el día de la jornada electoral.

Un hecho es que las autoridades electorales federales convocarán a cerca de 90 millones de mexicanos inscritos en la lista nominal de electores para participar en la elección federal y 30 elecciones concurrentes en las entidades federativas; ese escenario electoral se convierte por sí solo en una oportunidad para transitar a nuevos horizontes, donde las autoridades electorales deben ser garantes de un proceso sin tropiezos, es decir, un proceso ejemplar ya que dicho hecho quedará grabado para la historia por muchos factores, sobre todo porque el sistema político electoral enfrenta el reto de discutir el esquema de representación proporcional, así como las medidas que se adoptarán para garantizar condiciones de competitividad y equidad en las contiendas electorales.

Siguiendo con los retos para el 2018 podemos mencionar que sin lugar a dudas un factor clave será la comunicación y sólida coordinación entre el INE y los OPLE’s para atender cualquier complicación en el escenario de la elección, antes, durante y posterior a la jornada electoral. Lo anterior ya ha sido puesto en la mesa por las autoridades locales en la materia; por ejemplo, el trabajo que ha desempeñado Mayra San Román Medina Carrillo como presidenta del IEQROO ha sido puntual al tener una coordinación total con el INE para garantizar una jornada transparente y sin mayores contratiempos.

Las elecciones de 2018 ya están en la ruta de definición y todos suman, restan o juegan para encontrar aliados o alianzas. Es por ello que los desafíos que tendrán los organismos electorales locales será el garantizar elecciones auténticas a través del voto en libertad, procedimientos limpios y fomentar la participación ciudadana para que el ciudadano ejerza su voto y sienta el poder transformador del mismo. En suma, las autoridades deberán garantizar que estén listos los procedimientos, mecanismos y estrategias para lograr una elección ordenada y pacífica en la que ciudadanas y ciudadanos elijan a sus autoridades.

Otro asunto que está relacionado con el papel que deberán desempeñar los órganos electorales locales es lo que se refiere a la reforma electoral que analizan los diputados locales; recordemos que la fecha límite que tienen para aprobarla y en su caso hacerle las modificaciones correspondientes es el próximo 15 de septiembre, es decir, en esta semana ya tendremos reforma electoral con o sin modificaciones realizadas por el poder legislativo, ya que la propia Mayra San Román Medina ha declarado que si al Congreso del estado no le alcanza el tiempo para aprobar la reforma las elecciones venideras se harán con los lineamientos aprobados en la reforma del 2014, y con ello se asegura que no habrá ningún contratiempo en realización de los trabajos para las elecciones del próximo año.